Estados Unidos
El Papa, sobre los abusos: «Todos rendirán cuentas»
En un encuentro con cinco víctimas en Filadelfia dijo que «estos crímenes no deben mantenerse en secreto y con vergüenza». «Les creo y prometo apoyarles y estar vigilante en el futuro», transmitió
En un encuentro con cinco víctimas en Filadelfia dijo que «estos crímenes no deben mantenerse en secreto y con vergüenza». «Les creo y prometo apoyarles y estar vigilante en el futuro», transmitió
Como ya hizo Benedicto XVI cuando visitó Estados Unidos en 2008, también Francisco incluyó un encuentro con víctimas de abusos sexuales cometidos por religiosos en su estancia en el país. En su último día en Filadelfia, donde participó en el Encuentro Mundial de las Familias (EMF), Jorge Mario Bergoglio se vio con tres mujeres y dos hombres que sufrieron episodios de pederastia por parte de eclesiásticos, profesores o miembros de sus familias. El Papa habló con ellos, escuchó sus historias y les manifestó su compromiso para que la Iglesia católica no vuelva a ocultar nunca más estos casos.
«Las palabras no pueden expresar completamente mi pena por los abusos que habéis sufrido», dijo Francisco, lamentando que durante años quienes denunciaran estos delitos no fueran escuchados ni creídos. «Sepan que el Santo Padre les escucha y les cree». En las palabras que dedicó a las víctimas en el encuentro celebrado en el seminario San Carlos Borromeo de Filadelfia, calificó de «muy inquietante» que hubiera obispos abusadores y aseguró que tanto los prelados como los sacerdotes tienen siempre que «rendir cuentas de sus acciones cuando abusen o no protejan a los menores».
Siguiendo con la política de «tolerancia cero» que puso en marcha Benedicto XVI y en la que luego él ha profundizado, el Papa remarcó que «los pecados y crímenes de abusos sexuales a menores ya no deben mantenerse en secreto y con vergüenza» y se comprometió a estar siempre al lado de las víctimas. «Les prometo apoyarles en su proceso de sanación y en siempre estar vigilantes para proteger a los menores de hoy y de mañana», dijo. Y se despidió con un ruego: «Humildemente les pido a ustedes y a todos los supervivientes de abusos que se queden con nosotros, con la Iglesia».
Fue el propio Obispo de Roma el que informó de esta cita de media hora de duración, que no estaba programada, en el discurso posterior que dedicó a los obispos que participaron en el EMF. Dijo que llevaba «grabadas en el corazón» las historias y el dolor de quienes sufrieron abusos sexuales de sacerdotes durante su niñez. «Lo lamento profundamente. Dios llora» en estos casos. Fueron las palabras más duras de Francisco acerca de esta lacra desde que comenzó su viaje a Estados Unidos.
Un hermano en la cárcel
El Papa Francisco visitó ayer un centro penitenciario en Filadelfia, donde una vez más reivindicó le necesidad de trabajar por la reinserción de los privados de libertad. Allí se pudieron ver imágenes como la que se posa sobre estas líneas, con Francisco saludando y abrazando a los presos, que le recibieron con aplausos y puestos en pie. «He venido como pastor, pero sobre todo como hermano para compartir su situación», dijo.
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