Río de Janeiro
El Papa defiende «la naturaleza auténtica del matrimonio»
Francisco anima a los laicos a promover «la belleza y la verdad de la sexualidad»
Durante dos días, la ciudad de San Antonio, Texas, ha acogido la 131ª convención de los Caballeros de Colón, una organización fundada a finales del siglo XIX y que actualmente cuenta con casi dos millones de miembros. Su apoyo a la labor evangelizadora de la Iglesia es constante. Prueba de ello es que en la reciente Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, patrocinaron la catequesis celebradas para los peregrinos de habla inglesa.
El Papa quiso hacerse presente en el encuentro a través de un mensaje firmado por el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en el que subrayó el «claro testimonio público ofrecido por los Caballeros de Colón para proteger el derecho y el deber de los creyentes de participar de forma responsable, sobre la base de sus convicciones más profundas, en la vida de la sociedad». En el texto, Francisco comparte su deseo de que cada uno de los caballeros que forman parte de la entidad logren, a través de la «oración personal, la catequesis y las obras de caridad», encender la «luz de la fe que amplía nuestros horizontes, abre nuestros corazones al amor y guía nuestros pasos como individuos, familias y naciones a lo largo del camino de la esperanza a la cual Dios continuamente nos guía a nosotros y a toda la historia de la humanidad», defiende.
Para conseguir este reto, el Santo Padre repasó cuáles deben ser algunos de los retos a asumir por parte de los laicos dentro de la Iglesia: «Testimoniar la naturaleza auténtica del matrimonio y de la familia, la santidad y la dignidad inviolable de la vida humana, la belleza y la verdad de la sexualidad humana». Así, el Papa, preocupado por un mundo y una sociedad que cambia a gran velocidad, subrayó que «la protección de los dones de Dios no puede no incluir la afirmación y la defensa del gran patrimonio de verdad moral enseñada por el Evangelio y confirmada por la recta razón, que sirven como el fundamento de una sociedad justa y bien ordenada».
Además de la misiva papal, también estuvo presente en la convención el cardenal Sean O'Malley, arzobispo de la ciudad estadounidense de Boston, quien pronunció el discurso de apertura, en el que destacó la labor que los Caballeros de Colón llevan a cabo en el mundo occidental, donde la secularización y la descristianización «están ganando terreno». «Es mucho más difícil predicar el Evangelio en una cultura que parece estar vacunada contra la fe, en nuestro propio país, donde muchos católicos están enfadados, dormidos o simplemente alejados de la Iglesia», dijo el cardenal. Al igual que el Papa en su carta, O'Malley también hizo referencia a la defensa de la vida: «Nos oponemos al aborto, no porque estemos pasados de moda, sino porque amamos a las personas. Y eso es lo que tenemos que mostrar al mundo».
La llamada de consuelo de Francisco
El Papa llamó hace unos días por teléfono al italiano Michele Ferri, una persona con discapacidad de 51 años, para consolarlo por la muerte de su hermano Andrea, propietario de gasolineras, que fue asesinado en junio por dos de sus empleados en Pesaro, al norte de Italia. Según relata el diario «Il Messagero», Ferri contó el miércoles que recibió una llamada telefónica inesperada. A su «¿dígame?», su interlocutor respondió: «Hola, Michele, soy el Papa Francisco». A pesar de que pensó que era una broma, Michele la describió luego en su perfil de Facebook como «una emoción única». Aunque no va a revelar más contenido de su conversación, señaló que el Papa le confesó que «había llorado cuando leyó la carta que le escribí».
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