El Papa renueva su llamamiento contra la guerra y el comercio ilegal de armas

Con todas las guerras que existen siempre permanece la duda de si se trata «verdaderamente de una guerra por problemas o es una guerra comercial para vender armas en el comercio ilegal», afirmó.

Mismo escenario, la plaza de San Pedro del Vaticano, e igual mensaje del Papa: rechazo frontal a todas las guerras y en particular a la de Siria. Doce horas después de la vigilia de ayuno y oración de la noche del sábado, en el Ángelus de ayer, Francisco volvió a arremeter contra los conflictos bélicos intentando evitar la esperada intervención militar liderada por Estados Unidos en el país árabe.

«Esta guerra de aquí y de allá, por todos los lados hay guerras, ¿es de verdad una guerra por problemas o es una guerra comercial, para vender armas en el comercio ilegal?», se preguntó el Pontífice utilizando un tono muy duro, que fue aplaudido por los miles de peregrinos que se congregaron bajo la ventana de su estudio del palacio apostólico. Tras dar las gracias a todos los que participaron en la vigilia de oración y ayuno del día anterior, pidió que «continúe el compromiso» para intentar alcanzar una solución justa al «conflicto fratricida» que sufre Siria. «¡El compromiso continúa, sigamos adelante con la oración y las obras de la paz! ¡Les invito a que sigan rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación!», comentó, haciendo luego hincapié en que la búsqueda de la paz «es larga y requiere paciencia y perseverancia».

En su alocución previa a la oración mariana, el Papa trató de llegar a las raíces de la violencia al hablar de la guerra «más profunda que tenemos que luchar todos». Se trata de renunciar «al mal y a sus seducciones» para escoger en cambio «el bien». Esta decisión implica «decir no al odio fratricida y a las mentiras de las que se sirve, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de armas y su comercio ilegal». Estos elementos son los que consideró «enemigos que hay que combatir unidos y con coherencia» no siguiendo más intereses que los de «la paz y el bien común».

También pidió el Papa rezar por otros países de Oriente Medio como Líbano, Iraq y Egipto. Deseó que en todos ellos la violencia deje paso a la reconciliación y puedan implantarse modelos de convivencia entre las distintas religiones.