Conferencia Episcopal

Las activistas del aborto libre de Femen agreden a Rouco

Cinco mujeres le arrojaron ropa interior manchada de rojo. El incidente se produjo cuando el cardenal iba a entrar en una parroquia

Cinco activistas de Femen, ayer, en el momento en el que abordan y arrojan bragas manchadas de rojo a Rouco Varela
Cinco activistas de Femen, ayer, en el momento en el que abordan y arrojan bragas manchadas de rojo a Rouco Varelalarazon

Una cosa es pensar diferente y otra llevarlo al extremo del insulto y del ataque. El respecto no significa para todos igual. Prueba de ello, es que ayer cinco activistas de Femen, con el torso desnudo y al grito de «el aborto es sagrado», abordaron por la noche al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, cuando se disponía a entrar en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, en la calle de la Palma, en Madrid.

El incidente se produjo sobre las 20:20 horas durante el breve recorrido entre el vehículo en el que se desplazó Rouco Varela y la entrada del templo, momento que han aprovechado las cinco activistas para lanzar al presidente de la Conferencia Episcopal Española varias bragas manchadas de rojo. Tras este acto, Rouco, escoltado por los párrocos, según informó Efe, ha conseguido entrar a la iglesia, donde se iba a oficiar una misa. Su entrada no acalló las voces de Femen, que desde la calle seguían gritando «el aborto es sagrado» con el puño en alto y el cuerpo pintado con la palabra Femen.

Instantes después, la puerta principal por la que ha entrado el cardenal arzobispo de Madrid ha sido cerrada y las activistas de Femen se han ido caminando por las calles aledañas al templo entre algunas críticas y aplausos de los viandantes, y sobre todo perplejidad. La protesta de Femen tiene lugar un día después de que miles de personas se manifestaran en Madrid contra el anteproyecto de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada. El ministro de Justicia, impulsor de la reforma, dio ayer su "palabra", en la convención nacional del PP, de que ningún insulto o grito le hará abdicar del compromiso electoral de regular y garantizar los derechos de la mujeres, pero también de los concebidos y no nacidos. Pero Femen lo intentó ayer.