Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 13 de diciembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Destacamos a Santa Lucía de Siracusa, patrona de los ciegos y de las ciudades de Siracusa y Venecia

¿Qué santo se celebra hoy, 13 de diciembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy
¿Qué santo se celebra hoy, 13 de diciembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoycommons.wikimedia

El santoral católico es una recopilación de nombres de santos y beatos que la Iglesia Católica celebra de manera oficial en fechas específicas a lo largo del año. Cada jornada del calendario litúrgico se asocia con uno o varios de estos personajes sagrados, quienes son conmemorados durante las misas y en las oraciones de los fieles. Esta tradición de celebrar y honrar la vida de los santos se originó en los primeros siglos del cristianismo, cuando comenzó la veneración hacia los mártires y otros individuos que sobresalieron como modelos a seguir gracias a su modo de vida y a su testimonio de fe.

Estas celebraciones trascienden los simples recordatorios. Representan momentos de reflexión y conexión con los principios y valores que estos personajes simbolizan. Los santos y beatos, con sus vidas y acciones, ilustran la forma de mantener la fidelidad a nuestros principios, incluso frente a la persecución y adversidad. Nos demuestran, a través de sus experiencias, que siempre es posible encontrar la fortaleza necesaria para mantenernos fieles a nuestras creencias.

El santoral también puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismo, y para hallar inspiración en la vida y las enseñanzas de los santos. Al establecer una conexión con estas figuras históricas, los fieles pueden encontrar guía y fortaleza para sus propias vidas, mientras honran el legado de estos individuos ejemplares.

La labor impagable de la Iglesia católica
La labor impagable de la Iglesia católicalarazon

En el santoral de hoy, miércoles 13 de diciembre, se conmemora a varios santos y santas que han dejado una huella en la historia de la cristiandad. Entre ellos están San Antíoco, San Aristón, San Auberto, San Eustracio, San Judoco, San Mardario, San Orestes, Santa Otilia, Beato Antonio Grassi, Beato Bartolo confesor y Beato Juan Marinoni. Desde el periódico LA RAZÓN, destacamos a Santa Lucía de Siracusa, patrona de los ciegos y de las ciudades de Siracusa y Venecia.

¿Quién fue Santa Lucía de Siracusa?

Santa Lucía de Siracusa nació en Sicilia, Italia, en una familia noble y adinerada. Desde joven, Lucía se dedicó a Dios, manteniendo en secreto su voto de virginidad. Cuando su madre Eutiquia la instó a casarse con un joven pagano, Lucía la persuadió para ir a orar a la tumba de Santa Agata en Catania, buscando una cura para las hemorragias que sufría Eutiquia. Tras la curación de su madre, Lucía expresó su deseo de consagrarse a Dios y distribuir su fortuna entre los pobres. Con el permiso de su madre, Lucía procedió con su plan, pero su pretendiente, enojado, la denunció como cristiana ante el pro-cónsul Pascasio, en un momento en que la persecución de Diocleciano estaba en su apogeo.

Cuando el juez intentó persuadirla para que renunciara a su fe, Lucía se mantuvo firme, afirmando que nada podría alejarla del amor a Jesucristo. Incluso cuando el juez amenazó con torturarla, Lucía no se amedrentó, afirmando que aquellos que creen en Cristo y viven una vida pura tienen la fuerza, la inteligencia y el valor otorgados por el Espíritu Santo. Cuando el juez amenazó a Santa Lucía con llevarla a una casa de prostitución, su respuesta fue que el cuerpo solo se corrompe si el alma consiente de este hecho. Este principio moral, que fue admirado por Santo Tomás de Aquino, es un concepto importante para entender la moralidad desde la perspectiva de la teología cristiana.

Santa Lucía de Siracusa es un personaje histórico cuyo martirio ha sido objeto de diversas teorías. Según relatos, su fe inquebrantable demostró ser más fuerte que cualquier intento por doblegarla. Los guardias no pudieron moverla ni quemarla, y aunque finalmente fue decapitada, continuó predicando sobre la importancia de los deberes hacia Dios hasta el final. Se cree que como parte de su martirio, le fueron extraídos los ojos, razón por la cual a menudo se la representa con estos en una bandeja. Aunque algunos expertos dudaban de su historicidad, esta se confirmó con el descubrimiento de una inscripción sepulcral con su nombre en las catacumbas de Siracusa en 1894. Lo que probó que Santa Lucía vivió en el siglo IV.