Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 6 de noviembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral de hoy, viernes 6 de noviembre, homenajea a San Severo de Barcelona

San Severo de Barcelona
San Severo de BarcelonaDominio Público

El santoral católico es una lista de santos y beatos que la Iglesia católica conmemora oficialmente en diferentes fechas a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está vinculado a uno o varios santos, que son recordados en las misas y en las oraciones de los fieles. La tradición de celebrar la vida de los santos se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando se comenzaron a venerar a los mártires y otros personajes considerados ejemplares por su vida y su testimonio de fe.

El santoral de hoy, viernes 6 de noviembre, homenajea a San Severo de Barcelona. Vivió en la actual provincia de Tarragona en torno al año 300 y fue obispo de Barcelona. Las personas que se llaman Severo celebran su día hoy. El origen de este nombre es latino y significa “austero”. Este 6 de noviembre también se celebran las siguientes onomásticas de San Alejandro Sauli, San Esteban de Apt, San Félix de Toniza, San Iltuto de Gales, San Leonardo de Noblac, San Melanio de Rennes, San Pablo de Constantinopla, San Protasio de Lausanne, San Teobaldo de Le Dorat y San Winoco de Taruanense.

¿Quién fue San Severo de Barcelona?

Se sabe que ejercía la labor de tejedor y que alrededor del año 300 fue honrado con el título de obispo de Barcelona. Los manuscritos del pasado lo describen como un individuo "humilde, puro, erudito, prudente y de gran nobleza". Al desencadenarse las persecuciones de Diocleciano, el prefecto Daciano arribó a Barcelona, y Severo, junto a dos de sus diáconos, buscaron refugio en las montañas en Castro Octaviano (hoy conocido como San Cugat). Durante su huida, fueron asistidos por un labrador de nombre San Medín. En San Cugat, el obispo se presentó voluntariamente ante sus perseguidores, quienes, en un intento por intimidarlo y se retractara, decapitaron a San Medín y a sus diáconos. No obstante, como Severo se mantuvo firme, le empotraron un gran clavo en la cabeza utilizando un mazo.