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Ignacio Riesgo: “No faltan médicos en España; el problema está en su distribución”

Entrevista al fundador de VPR consultores

Ignacio Riesgo de Centene Corporation
Ignacio Riesgo de Centene CorporationGonzalo PérezGonzalo Pérez

Acaba de publicar «Diez temas candentes de la Sanidad española», una obra colectiva elaborada por un equipo redactor (Julián García Vargas y él mismo), que cuenta con la aportación de un grupo muy plural, en el que se incluye a representantes de pacientes así como del Círculo de Empresarios, y que ve la luz por sexto año.

-¿Cuáles son «Diez temas candentes de la Sanidad española»?

-Este año hemos puesto el foco en diez temas: centralidad del paciente, obsolescencia del equipamiento, si faltan o no médicos en España, la introducción de terapias innovadoras de alto coste y los problemas de la atención primaria, entre otros.

-Entonces, ¿faltan o no faltan médicos?

-No faltan médicos en España. Ese es, posiblemente, el único de los problemas en relación con la política de personal médico que no tenemos. Al contrario, estamos por encima de la media de los países de la OCDE en número de médicos por 1.000 habitantes. Lo que hay son problemas en relación con la distribución médica por territorios y especialidades, desajuste entre los egresados de las facultades y el número de plazas MIR, bajo nivel retributivo, precariedad laboral, problemas por la jubilación médica masiva en los próximos años, éxodo médico, discutible plétora de facultades de Medicina, etc. Eso por no hablar del disparate de intentar forzar la jubilación obligatoria a los 65 años. Lo que nos falta es un análisis y una planificación indicativa de las necesidades médicas por especialidades a 10-15 años, algo que sí tienen otros países.

-Sobre la financiación de las terapias innovadoras: ¿cómo se pueden introducir en el sistema y ser sostenible?

-Todos los sistemas sanitarios viven la tensión entre la necesidad de incentivar la innovación, ya que es lo que en definitiva permite la introducción de terapias eficaces frente a algunas enfermedades hasta ahora sin solución; y la también necesidad de hacer accesible esas innovaciones al conjunto de la población de forma rápida. El problema es que algunas de ellas son de alto coste, lo que puede estar en contradicción con el necesario equilibrio de las cuentas públicas. Esto requiere nuevos planteamientos en cuanto al reembolso por parte de la Administración y las empresas. Y, seguramente, para algunos problemas no sea suficiente una aproximación nacional, sino que habrá que recurrir a planteamientos a nivel europeo. No obstante, el acceso de éstas al conjunto de la población es algo irrenunciable.

-Desde hace años se dice que el paciente está en el centro del sistema pero, ¿es esto de verdad una realidad?

-Efectivamente, todas las organizaciones sanitarias dicen que para ellas el paciente sitúa en el centro. El problema es cuando se les pregunta en qué consiste esa centralidad. Nosotros defendemos en el documento que no se puede hablar de ello si no se resuelven dos problemas previos: el primero, una dedicación suficiente de los clínicos a escucharlos sin prisa, ya que las consultas precipitadas y sin tiempo son el gran mal de nuestra Medicina; el segundo, la solución a las listas de espera (en especializada) y las demoras (en primaria), graves problemas que los políticos han tendido a infravalorar. Una vez resueltos estos temas, hablaremos de centralidad del paciente.

-¿Qué papel tendrá la inteligencia artificial en el futuro?

-La inteligencia artificial, el "Big Data", el "Blockchain", la telemedicina y la medicina personalizada de precisión forman parte ya del presente y futuro de nuestra Sanidad. Lo que decimos en el documento es que son necesarios planes nacionales sobre estas áreas que fijen un marco de juego para las numerosas empresas que quieren realizar su aportación en estos campos.

-Volvemos a estar en periodo preelectoral. ¿Qué les pediría a los políticos?

-Aunque nuestro sistema sanitario sigue saliendo muy bien en los rankings, en gran medida vivimos de rentas, ya que las grandes reformas fueron puestas en marcha hace más de 30 años. Nuestro sistema es muy resistente a las reformas, sin embargo necesarias, ya que nuestra sociedad ha cambiado. Llevar esta visión a los políticos es lo que pretende el documento.