Salud
Nueva combinación terapéutica contra la leucemia linfocítica crónica
Un 30% de los tumores sanguíneos corresponde a la neoplasia más común de todas, que afecta principalmente a la población mayor de 65 años
Uno de los obstáculos en cáncer es no saber a ciencia cierta cuándo una terapia va a perder eficacia y por qué no funciona en un paciente y sí en otro. Por esto, los clínicos no cejan en su empeño de tener un plan A, B, C... para brindar nuevas oportunidades a los afectados más “resistentes”. Ahora, al botiquín español de la leucemia linfocítica crónica (LLC) llega una nueva combinación: el uso de venetoclax con rituximab, para aquellos que han recibido al menos un tratamiento previo y no les ha funcionado. Javier de la Serna, hematólogo del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, profesor de la Universidad Complutense de Madrid e investigador principal del estudio Murano –que ha dado lugar a la aprobación de esta modalidad y que ha visto la luz en “The New England Journal of Medicine”–, explica que «estamos ante una enfermedad acumulativa, típica de personas en edad avanzada. Hay opciones de tratamiento, pero a corto plazo las terapias fallan y la enfermedad progresa. Hasta ahora el abordaje se basaba en quimioterapia y todo cambia con el aterrizaje de las terapias dirigidas". Por separado, rituximab y venetoclax ya habían demostrado seguridad y eficacia contra células tumorales. De hecho, como explica De la Serna, “hay muchos pacientes que se han beneficiado de venetoclax en régimen de monoterapia”. En el mundo se han tratado más de 20.000, en España unos 200.
La buena acogida de esta “combinación ganadora” se debe a las cifras positivas que se desprende del trabajo publicado en la revista científica. De la Serna apunta que “a los 36 meses de tratamiento el tumor se controlaba bien, y el 60% de los pacientes llegó a enfermedad mínima ressidual y a los 48 meses, el 57% estaba libre de progresión”. Esto significa que con el régimen terapéutico de dos años se consiguen respuestas durante los dos posteriores, porque de momento es el periodo temporal estudiado. “Si no se encuentra una célula maligna entre 10.000, se considera inactivo al tumor”, añade el hematólogo autor de Murano.
¿En qué consiste?
La LLC es una forma de leucemia, o neoplasia hematológica, de crecimiento lento, en la que hay demasiados linfocitos (un tipo de glóbulo blanco) inmaduros y malignos, fundamentalmente en la sangre y la médula ósea. La LLC representa, aproximadamente, un tercio de los nuevos diagnósticos de leucemia. Aunque el tratamiento puede conseguir una remisión, con el tiempo se produce recidiva, y cada recuperación posterior tiende a ser más resistente porque pueden tener ciertas mutaciones genéticas capaces de causar progresión rápida de la enfermedad y un mal pronóstico.
Así, la elección del tratamiento depende de la edad del paciente, la extensión de la enfermedad, el pronóstico y los objetivos del mismo. Por otro lado, venetoclax (comercializado por Abbvie, como Venclyxto) constituye el primer medicamento de su clase, que se une selectivamente e inhibe la proteína del linfoma de células B 2 (BCL-2). En algunas neoplasias hematológicas y otros tumores sólidos, BCL-2 se acumula e impide que las células cancerosas sufran su muerte natural o su proceso de autodestrucción, que se denomina apoptosis. Este medicamento actúa sobre la proteína BCL-2 para restablecer este proceso.
Como apunta Mario García Gil, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Fuenlabrada de Madrid, especializado en terapias oncológicas, “la llegada de esta opción es una muestra de innnovación y ayuda establecer planes terapéuticos en tumores complejos, en fases de recaída en pacientes con muchas comorbilidades, y con unos resultados de eficacia y seguridad buenos. Todo ese impacto supone una oferta clave en la gestión de nuestro día a día, porque analizamos caso a caso. Y el tener una combinación con alta tasa de eficacia, también con la supervivencia global, que aporta en calidad de vida y tiempo”.
Pacientes tipo
Encajar la terapia oncológica en pacientes de edad avanzada, como subraya García Gil, “es todo un reto, porque algunos toman hasta ocho fármacos al día para controlar sus patologías de base”. Y aquí, el estudio muestra sus datos de seguridad y eficacia. “Antes de 2015, teníamos supervivencias globales de hasta tres años y ahora se ha sumado la media de cuatro años, que significa que hay muchos que superan esta cifra. Contar con esta combinación ayuda mucho y reduce la incertidumbre en el momento de selección de las herramientas más adecuadas”, comenta De la Serna.
En España se han llevado a cabo una gran parte de los ensayos clínicos, ya que de 20 centros en todo el mundo, seis eran nacionales. “Esto demuestra nuestra apuesta como biofarmacéutica y la confianza en los profesionales del sistema público y la investigación”, apunta Luis Nudelman, director médico de AbbVie. Por su parte, De la Serna se atreve con un pronóstico contenido y anuncia que “este nuevo abordaje va a suponer un cambio en el abordaje de la LLC en los próximos años, dadas las ventajas para el paciente y para el sistema de salud”. Además, “la respuesta obtenida es de gran calidad, pues reduce la expresión en sangre a niveles indetectables. Aunque aún no podamos hablar de curar la enfermedad, sí podemos afirmar que estamos en camino de eliminarla a niveles mucho más importantes”, concluye.
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