Menos del 15% de médicos de familia dispone de mascarillas de máxima seguridad

Únicamente un 14,9 % dispone de mascarillas FFP2 y FFP3 (las de máxima protección, recordamos que las mascarillas quirúrgicas no protegen, sólo evitan la transmisión de la enfermedad), apenas un 15% tiene batas impermeables y sólo el 16,2% protectores oculares; sólo un 50,8% de ellos cuenta con dispensadores de solución hidroalcohólica, el 42,4 % tiene contenedores de residuos adecuados en su centro laboral, sólo hasta un 30% no cuenta con guantes de protección. Éstas son las alarmantes cifras que revela una encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) a un amplio espectro laboral a profesionales de todo el país entre los días 10 y 14 de marzo de 2020, y completada por 1.332 sanitarios.

“Sólo una adecuada protección nos permitirá seguir realizando la labor asistencial para la que estamos preparados y motivados”, aseguran desde esta sociedad científica, que también reclama a realización masiva de pruebas a este colectivo y muestra su preocupación ante la situación originada en nuestro país por la transmisión masiva del Covid-19.

“En España tenemos una estructura sanitaria privilegiada, con una Atención Primaria (AP) consolidada, eficaz y resolutiva. En este contexto, los profesionales sanitarios de Atención Primaria no tienen acceso a realizarse test diagnósticos y están convirtiéndose en algunos casos en vector de transmisión. Se nos informa que, a día de hoy, hay 3.475 profesionales afectados, por supuesto, de los que se han realizado la prueba, porque otros muchos entrarán dentro de aquellos que llaman ‘casos posibles’ por no tener acceso a realizarse el test diagnóstico. De seguir así, mantenemos uno de los más importantes vectores de transmisión de esta enfermedad”, asegura en un comunicado.

Por ello, y para evitarlo, pide realizar tests a todos los profesionales sanitarios, sin restricciones, “de forma que todo el personal que atienda a los pacientes esté libre de enfermedad y no actúe como vector de transmisión", así como dotar a la Atención Primaria de diagnósticos rápidos suficientes que permitan identificar y aislar los casos positivos de forma eficaz, rompiendo así la cadena de contagio.