Prevención

¿Cómo debemos ventilar en casa y en espacios cerrados para evitar la Covid-19?

Permitir el flujo de aire natural es la opción más saludable y barata

Estudiantes de secundaria
Estudiantes de secundariaMarcial GuillénAgencia EFE

La crisis sanitaria de la Covid-19 ha hecho que nos paremos a pensar en una cuestión que, hasta ahora, casi siempre pasaba desapercibida: la calidad del aire que respiramos tanto en casa como en espacios cerrados. De hecho, la confirmación de que el SARS-CoV-2 puede transmitirse por vía aérea a través de pequeños aerosoles ha convertido a la ventilación en una de las cuestiones más prioritarias hoy en día, junto al uso de las mascarillas, de la distancia social y de la correcta higiene de manos.

A pesar de su importancia, son muchas las dudas que surgen al respecto, pero los expertos confirman que la ventilación es una buena medida para mantener la calidad del aire que respiramos, debido a la renovación del aire viciado del interior. Eso sí, hay que realizarla de manera correcta, también en invierno a pesar de que las bajas temperaturas vayan adueñándose del termómetro. «La ventilación es una buena medida para mantener la calidad del aire que respiramos. Por ello, es necesario ventilar todas las estancias diariamente», explican desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid a través de su página web www.comunidad.madrid donde se recuerda que «el hacinamiento y la falta de aire fresco favorecen la transmisión del virus».

Consejos en el hogar

El mejor sistema para renovar el aire en los hogares es la ventilación natural. Por ello, resulta imprescindible abrir las ventanas de todas las estancias al menos 15 minutos al entrar a una habitación, sobre todo cuando la han utilizado otras personas. De hecho, resulta aconsejable abrir más de una ventana o, en su caso, una puerta en lados opuestos para generar una corriente.

Tal y como advierten los expertos, no es recomendable el uso de ventiladores, ya que contribuyen a remover y dispersar los aerosoles susceptibles de contener el virus dentro de la propia sala o a otras estancias cercanas. No obstante, si es necesario su uso, es importante renovar el aire del espacio, abriendo ventanas y reduciendo lo máximo posible el aire que sopla de unas personas a otras.

En cuanto al cuarto de baño, al ser una de las estancias de la casa usadas por diferentes personas, se aconseja que, en caso de contar con algún sistema de extracción, se deberá mantener funcionando permanentemente durante el día. Además, es recomendable que los inodoros se descarguen con la tapa cerrada, ya que la descarga del agua de los WC puede generar aerosoles susceptibles de contener virus.

En el colegio

En casa controlar la ventilación está en nuestra mano gracias a estos sencillos consejos. ¿Pero qué ocurre en otros espacios públicos? Probablemente, la ventilación de las aulas se presenta como la cuestión más delicada, aunque ya existen recomendaciones claras al respecto. El CSIC ha publicado recientemente la Guía para ventilación en aulas, dirigida al control de la contaminación del ambiente interior de centros educativos, extrapolable a otros edificios de uso público.

Las estrategias propuestas se basan en el control de la ventilación o purificación del aire mediante la renovación de éste. Para facilitar la toma de decisión del caso a aplicar, esta guía aporta un modelo de diagrama de flujo para la búsqueda de soluciones. Asimismo, también aporta dos métodos para determinar cuantitativamente la ventilación de un aula, con el fin de poder comprobar si cumple con el objetivo de ventilación establecido, o por el contrario requiere la necesidad de implementar medidas adicionales o el desalojo de la sala. Estos métodos que se basan en la medida de dióxido de carbono en interiores con la utilización de un sensor de CO2 son: la determinación de la tasa de renovación del aire y la determinación de la concentración del CO2 objetivo en estado estable con el aula ocupada. El empleo de equipos medidores de CO2 es un recurso eficaz como medida indirecta de la ventilación de un edificio, que permitirá establecer las estrategias pertinentes en función de su concentración.

Estas medidas recomendadas para aulas son, según los expertos, también extrapolables a otros espacios públicos, como restaurantes, áreas culturales o centros de trabajo. Y en todos los casos, tal y como recomiendan desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, la ventilación natural periódica (10-15 minutos), mediante la apertura de ventanas y puertas para provocar un flujo de aire, es la mejor opción. Además, recuerdan que es seguro emplear sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado siempre que éstos tengan un buen mantenimiento.

Medidores de co2 Y filtros HEPA

Si bien lo óptimo es la ventilación natural o mecánica, en los locales que no es posible, la alternativa es instalar filtros de alta eficiencia HEPA que cumplan la norma UNE1822, reteniendo los aerosoles en porcentajes superiores al 99,95%. Deben ser instalados por personal cualificado. Salud Pública advierte de que su uso incorrecto puede ser contraproducente, por lo que se recurrirá a esta opción de forma excepcional, y el titular debe informarse adecuadamente. La concentración de CO2 indica el nivel de ventilación, por lo que puede ser útil instalar medidores de CO2 en locales usados por muchas personas.