Tribuna

Alfabetización de datos: esencial para los sanitarios frente a la Covid-19

Varias profesionales sanitarias en el Hospital del Mar de Barcelona
Varias profesionales sanitarias en el Hospital del Mar de BarcelonaAlejandro GarcíaAgencia EFE

Los sanitarios han sido y son la punta de lanza en la batalla contra el coronavirus, luchando simultáneamente contra una enfermedad nueva, peligrosa y muy infecciosa, mientras hacían frente a una demanda sin precedentes que en muchos casos han saturado o amenazado con saturar los servicios sanitarios en numerosos países. Si bien a nivel global se producen avances en esta batalla, la guerra está lejos de terminar. Según Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud, es más probable ganar la lotería que librarse del coronavirus. En Europa, se cree que la segunda ola podría llegar a eclipsar a la primera, mientras que en países de todo el continente se abordan nuevas medidas de bloqueo y contención.

Para las organizaciones sanitarias, no hay otra opción que seguir adaptándose al ritmo, desde la redistribución de los recursos y la mejora de la cualificación del personal para atender a los más necesitados, hasta el cambio de consultas y tratamientos digitales para adherirse a las medidas de distanciamiento social. Para aliviar la presión sobre los sistemas sanitarios e impulsar la eficiencia, el uso y análisis de big data se ha convertido en una cuestión fundamental. Los datos están ayudando a analizar síntomas y propagación de nuevos casos, así como a realizar un seguimiento de la capacidad hospitalaria y de los viajes de los pacientes para mejorar la atención.

«En la gestión de la emergencia sanitaria, es vital que los sanitarios estén equipados con EPI y otros recursos. Asimismo, en un segundo nivel, también será cada vez más importante que sean capaces de leer, entender y trabajar con el lenguaje de los datos para mitigar la propagación del virus: es lo que conocemos como la alfabetización en datos, clave para entender los patrones de contagio y, por tanto, ser más eficientes en la gestión de la pandemia».

Aunque muchos hospitales y clínicas cada vez son más hábiles en el manejo de sus datos como resultado de la pandemia, ahora es fundamental implementar estos aprendizajes para mejorar las acciones inmediatamente y a largo plazo ya que parece que una tercera ola de Covid-19 se cierne sobre todos nosotros. En la gestión de la emergencia sanitaria, es vital que los sanitarios estén equipados con EPI y otros recursos. Asimismo, en un segundo nivel, también será cada vez más importante que sean capaces de leer, entender y trabajar con el lenguaje de los datos para mitigar la propagación del virus: es lo que conocemos como la alfabetización en datos, clave para entender los patrones de contagio y, por tanto, ser más eficientes en la gestión de la pandemia.

A los proveedores de atención médica, se les pide constantemente que hagan más con menos recursos. La pandemia del coronavirus no sólo ha generado un nivel sin precedentes de tensión en las salas hospitalarias, sino que, al mismo tiempo, el suministro de fondos, personal y equipos a menudo escasea o se ha visto reducido.

Como se ha demostrado con la pandemia, los datos son absolutamente fundamentales para ayudar a las organizaciones sanitarias a trabajar de una manera más productiva y eficiente, al tiempo que se mejora el estándar de atención a los pacientes. Sin embargo, una investigación de Qlik y Accenture reveló que el 74% de los trabajadores sanitarios a nivel mundial no se encuentra cómodo trabajando con datos. De hecho, la sobrecarga y la saturación de datos está costando a las organizaciones más de cinco días hábiles por empleado al año, como resultado de la procrastinación al evitar tareas que requieran la gestión de datos, el equivalente a una semana de vacaciones anuales.

El uso de datos no debería generar más estrés ni añadir complejidad a las tareas de los sanitarios. No debería hacerlo nunca, y mucho menos en este contexto. Debería simplificar y reducir la complejidad y hacerles la vida más fácil a estos profesionales, impulsando la capacidad para proporcionar la mejor atención posible. Es por eso que numerosas organizaciones de atención médica de todo el mundo ya han invertido en mejorar la cualificación de su personal para garantizar que puedan trabajar con fluidez con los datos disponibles. Sin duda, veremos en los próximos meses y años cómo la alfabetización de datos se convierte en una herramienta más para los sanitarios y un esfuerzo, tanto a nivel organizacional como personal, por fomentar la capacidad de trabajar y entender nuestros datos, un activo cada vez más valioso en la atención sanitaria.