Covid-19

La panvacuna para el coronavirus

Varias personas en el dispositivo de vacunación puesto en marcha en las instalaciones del Wanda Metropolitano
Varias personas en el dispositivo de vacunación puesto en marcha en las instalaciones del Wanda MetropolitanoJesús HellínEuropa Press

Asistimos, entre la sorpresa y la esperanza, a un cúmulo diario de información científica, no siempre digerible por el profano, sobre el SARS-CoV-2, que causa Covid-19. Escribo estas líneas cuando ya hay cerca de 135 millones de casos documentados en todo el mundo, con cerca de tres millones de muertos y unos 159 millones de personas vacunadas. Estas cifras, que lógicamente van aumentado, las ofrece periódicamente el Coronavirus Research Center, de la Universidad estadounidense Johns Hopkins. Me tomo la libertad de sugerir que relean estas cantidades, porque dan idea de la tragedia que vivimos. Dicho esto, las expectativas tanto de investigadores como de clínicos están puestas en la panvacuna; esto es, en un preparado que, además de eficaz en un porcentaje muy alto, cercano al cien por cien, prevenga la infección del nuevo coronavirus y sus cepas que, poco a poco, van apareciendo como consecuencia de su mutación casi constante.

Y la noticia no puede ser mejor, porque en el emblemático Instituto Walter Reed, de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, han iniciado un ensayo clínico con setenta y dos voluntarios sanos de entre 18 y 55 años para un análisis de seguridad. Usan una nanopartícula de ferritina (SpFN), adaptada para proteger contra cualquier coronavirus, incluyendo los que originan resfriado común o enfermedades como Covid-19, SARS y MERS. Esta candidata a vacuna ha sido probada con éxito en roedores y primates.

Como recuerda el doctor Agustín Muñoz-Sanz, lo mejor es que el Walter Reed inició la investigación el 11 de enero de 2020, un día después de publicarse el genoma del nuevo coronavirus.