Entrevista
«No es normal sufrir dolor hoy con los medios que tenemos»
El Dr. David Abejón, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica en la sección 10 preguntas cómo funciona el neuroestimulador Evoke frente al dolor crónico
1. El 17% de la población española está afectada hoy por el dolor crónico. ¿Y en 2050?
Es difícil hacer una previsión, aunque el porcentaje de personas que sufren dolor tiende a elevarse por la búsqueda de una buena calidad de vida. Hoy por hoy no es normal sufrir dolor por los medios que tenemos. A medida que la sociedad conozca que existen métodos de tratamiento que pueden ayudar a paliar el dolor, la propia sociedad demandará más unidades especializadas en el tratamiento del dolor.
2. ¿Por qué no tiene cura?
El dolor en sí es una patología que tiene muchos condicionantes, no es sólo físico. El dolor engloba todas la esfera emocional, la psicológica, la social… es difícil el enfoque de un paciente con dolor crónico desde un punto de vista sólo sensorial. La dificultad de esta patología creo que está en que no es sólo física. Frente a una artrosis de cadera se puede realizar un recambio de cadera y más del 90% mejora. El tratamiento del dolor es algo más holístico y que merece un enfoque más completo.
3. Han implantado, por primera vez en España, un neuroestimulador frente al dolor crónico. ¿En qué consiste Evoke?
Sí, estamos muy orgullosos de que este nuevo sistema de estimulación esté disponible en España. Hemos de agradecer tanto a Saluda Medical como a Devon Labs que nos hayan elegido para ser los primeros en realizar el implante. Este sistema, desde mi punto de vista, constituye un avance mayor del que parece. Por primera vez un sistema de estimulación medular manda una señal eléctrica de los cordones posteriores cuando se estimula. Es algo innovador en este campo, algo que ya tenemos en otros ámbitos, como en la diabetes o en los marcapasos cardiacos y los desfibriladores automáticos implantables. Permite poner una semilla para futuros desarrollos de un sistema inteligente, que ¡es capaz de determinar la intensidad de analgesia que precisa un paciente dependiendo incluso de algo tan tenue como un latido cardiaco! Es muy importante. Consiste en una medición continua de las necesidades a tiempo real del paciente para que la estimulación sea estable y nunca dolorosa.
4. ¿Para qué tipo de pacientes está indicado?
Las principales indicaciones son el dolor neuropático de tronco y extremidades y el dolor vascular, bien en artropatía no revascuarizable o bien en paciente con problemas de angina inestable no tratable. Existen otras indicaciones como la neuropatía diabética, dolor pélvico crónico, migrañas y cefaleas crónicas resistentes al tratamiento y en casos especiales dolor abdominal resiste al tratamiento convencional. La verdad es que la edad de los pacientes no condiciona ningún tipo de contraindicación en la terapia. Las contraindicaciones más importantes hoy en día son las psicosociales.
5. ¿En qué consiste la operación?
La operación consiste en la introducción en el espacio epidural de la columna de dos electrodos que posteriormente se conectan a un generador de impulsos. Es una técnica que parece muy aparatosa, en ocasiones no se conoce la anatomía y da miedo que se coloque algo cerca de la médula, aunque para nosotros es relativamente sencillo. Un generador de impulsos es semejante a un marcapasos, de las mismas dimensiones y en algunos casos más pequeño que se coloca en la zona abdominal o en la glútea. El procedimiento, como mucho, tiene un ingreso de un día.
6. ¿Qué ventajas tiene para el paciente?
La principal es el alivio del dolor y la mejora en la calidad de vida. Existen, para mí, múltiples ventajas: disminuye el número de procedimientos que se realizan en los pacientes con dolor, reduce la medicación y la ingesta de opioides, que como es sabido está generando problemas a nivel social. Lo más importante es que hablamos de electricidad y modulación del sistema nerviosos central. No es una técnica que sea definitiva, no es ablativa, no provoca ningún daño a nivel nervioso y es, francamente, uno de los mejores tratamientos que tenemos. El porcentaje de alivio del dolor con los nuevos sistemas es cada día mayor, entre un 60% y un 80% presenta un alivio del 50% del dolor según los últimos artículos publicados, algo difícil de encontrar en la literatura cuando se manejan otras técnicas o fármacos.
7. ¿En qué medida este sistema reduce la medicación? ¿Puede un paciente con dolor crónico volver a trabajar, por ejemplo, tras ponerle Evoke?
La reducción del dolor conlleva una reducción de la medicación. En los últimos estudios publicados con este sistema casi el 70% de los participantes redujo o retiró los opioides, la verdad es que son cifras muy elevadas. En otros países, como Bélgica, se disminuye la toma de fármacos antes de realizar el implante y el paciente no continúa con su ingesta. Es algo muy importante tanto para los pacientes como para la sociedad por las consecuencias de la toma de medicamentos, como por el gasto farmacéutico que esto supone. La vuelta a las actividades cotidianas dependerá de la mejoría que experimenten los pacientes. Igual que el paciente puede trabajar con un tratamiento oral farmacológico o tras algunas técnicas realizadas, el implante no impide la actividad diaria y cotidiana de los pacientes; es más, puede ser una ayuda para poder volver a trabajar.
8. Fuera de nuestras fronteras, ¿desde cuándo se está utilizando esta técnica? Y ¿qué resultados obtiene?
El primer sistema de estimulación medular se implanto en Estados Unidos en 1965, en un paciente oncológico con un dolor neuropático, ahora son más de 50 años empleando este tipo de implantes para el tratamiento del dolor.
9. ¿Qué tipo de complicaciones pueden darse?
Cuando el sistema está implantado la complicación más frecuente es que se mueva el electrodo, aunque la tasa de migración ha disminuido mucho con los nuevos sistemas de fijación. Sinceramente es una técnica bastante segura.
10. ¿Este neuroestimulador es para toda la vida?
Sí. Hoy en día el recambio de los sistemas se debe realizar cada 10-12 años, los sistemas son recargables y permiten que el sistema se mantenga durante mucho tiempo.