Con el PSOE se disparan las listas de espera

La calidad de la Sanidad pública se ha resentido de manera intensa en España desde que el PSOE llegó al Gobierno. En junio de 2018, cuando Pedro Sánchez fue investido presidente tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy, las listas de espera para una intervención quirúrgica –una de las mejores herramientas para medir el funcionamiento de un sistema sanitario– eran muy inferiores a las actuales. En concreto, en ese momento se contabilizaban 584.018 enfermos pendientes de pasar por el quirófano, y el tiempo medio de espera para hacerlo era de 93 días en el conjunto del país. Tres años después, en junio de 2021, el número de pacientes pendientes de cirugía ascendía a 661.162 –77.144 más–, y la demora se elevaba a 121 días –28 más–, un mundo que en algunas comunidades regidas por el PSOE parece incluso un auténtico universo, al rozar los 200 días, como en Castilla-La Mancha.

El deterioro de la Sanidad pública también encuentra reflejo en el tiempo de espera para acceder a la consulta de un especialista. Cuando el PSOE llegó al poder el tiempo que aguardaban los pacientes era de 57 días. En junio de este año, la espera se extendía hasta los 75 y en feudos como Aragón, también del PSOE, ascendía a 129. Cierto es que la pandemia ha obligado a aplazar miles de intervenciones y citaciones por temor a los contagios, especialmente en la primera ola, pero la diferencia sideral que muestran los datos de las diferentes autonomías certifica que en algunas la gestión sanitaria es mejor que en otras y que hay una España de primera y de segunda en Sanidad. Madrid, por ejemplo, tan criticada, es uno de los territorios que atienden más rápido a los pacientes, según los datos de un Ministerio, el de Sanidad, que, por cierto, es del PSOE.