Salud

Por qué sudamos al salir de la ducha y tres trucos para evitarlo

Regular bien la temperatura del agua, ventilar el baño o esperar unos minutos después de hacer deporte pueden ayudarnos a controlar esta desagradable sensación

Una de las principales preocupaciones de la OMS es el uso sostenible de los recursos naturales y energéticos. Por eso, la primera recomendación del organismo es que la ducha debe limitarse a unos 5 minutos
Una de las principales preocupaciones de la OMS es el uso sostenible de los recursos naturales y energéticos. Por eso, la primera recomendación del organismo es que la ducha debe limitarse a unos 5 minutosThe Creative Exchange @thecreative_exchange para Unsplash

La ducha es uno de los momentos más placenteros del día. A primera hora, para espabilarnos y para prepararnos para la intensa jornada. Por la tarde-noche, sirve de momento de relajación y una buena manera de prepararnos para poder dormir bien. En ambos casos, el objetivo es salir renovado, como nuevo, pero en muchas ocasiones esta sensación no dura todo lo esperado. ¿Por qué? Porque empezamos a sudar.

Esta sensación es más habitual de lo que podamos pensar -sobre todo en los días de mucho calor o si tenemos la calefacción de la casa a una temperatura excesiva- y existen varias formas de tratar de evitar esta incómoda situación, que nos hace sentir otra vez incómodos a pesar de que hayamos pasado por la ducha.

El principal causante de la aparición del sudor es la temperatura del agua. Si nos gusta el agua muy caliente, tendremos más posibilidades de que nuestro cuerpo comience a sudar tras salir de la ducha. Esto se debe a que si la temperatura es alta, provoca la aparición de vapor, lo que unido a que por lo general cuando nos duchamos lo hacemos con la puerta cerrada se producirá condensación, el vapor se quedará adherido a la piel y el calor hará reaccionar nuestro cuerpo y comenzaremos a sudar.

Por ello, una buena forma de evitarlo es ponernos bajo el chorro del agua a la temperatura que consideremos adecuada, pero antes de acabar iremos rebajando la temperatura del agua antes de salir y secarnos. Si el baño tiene algún sistema de ventilación, como puede ser un extractor o dejar la puerta o una ventana entreabiertas se podrá eliminar el vapor y así no sudaremos al salir.

La forma de secarse también influye. Si somos de las personas que nos frotamos con la toalla estamos generando calor, lo que aumenta las probabilidades de que sudemos. Por ello, lo recomendable es envolverse con la toalla.

Además, si la ropa que vamos a ponernos está en el baño, coge temperatura con en calor y al ponérnosla nos traspasará ese calor a la piel y sudaremos con más facilidad.

Escuchar el sonido del agua corriente no debería empujarnos a orinar | Fuente: Lidl
Escuchar el sonido del agua corriente no debería empujarnos a orinar | Fuente: LidlLidl

Otro de los factores que influyen es la temperatura corporal. Si decidimos ducharnos después de hacer deporte, lo recomendable es esperar de 20 a 30 minutos para que el cuerpo pierda temperatura y la transpiración se reduzca.

Si después de seguir estas sencillas recomendaciones no logramos evitar la sudoración, es recomendable consultar con un dermatólogo especialista para determinar si tenemos algún tipo de problema de sudoración.

Con esta serie de consejos conseguiremos reducir el sudor corporal o erradicarlo completamente. En el caso de aplicar todos los consejos y no notar resultado alguno lo mejor en estos casos es consultar con un dermatólogo especialista.