Hallazgo
Vinculan una proteína del colesterol en sangre con un mayor riesgo de cáncer de próstata
Un estudio del Imperial College de Londres identifica variantes genéticas que relacionan la lipoproteína A con el tumor más común en los hombres
El cáncer de próstata es el tumor más común en los hombres españoles, lo que hace que los especialistas recomienden a todos los varones hacer una revisión anual de Urología a partir de los 50 años. De hecho, está demostrado que el diagnóstico precoz de este tumor resulta clave para reducir la mortalidad, pues se trata de una de las principales causas de muerte entre ellos. Ahora, un nuevo análisis ha descubierto una posible relación entre el mayor riesgo de cáncer de próstata y las variantes genéticas asociadas a niveles más elevados en el torrente sanguíneo de la molécula transportadora de colesterol lipoproteína A, según publica investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) en la revista «PLOS Medicine».
Está confirmado que la aparición del cáncer de próstata tiene muchas aristas. Algunos factores asociados a un mayor riesgo de cáncer de próstata no pueden modificarse, como la edad avanzada y la ascendencia africana. En cambio, otros factores de riesgo de la forma agresiva de la enfermedad, como el tabaquismo y la obesidad, sí pueden modificarse. Investigaciones anteriores sugieren que los niveles elevados de lípidos en sangre también podrían estar asociados a un mayor riesgo. De ser así, los fármacos hipolipemiantes podrían reducir teóricamente el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, las pruebas existentes sobre las asociaciones entre los lípidos en sangre y el cáncer de próstata no han sido concluyentes.
Para comprender mejor estas posibles asociaciones, los investigadores del Imperial College de Londres analizaron los vínculos entre el riesgo de cáncer de próstata y varios lípidos sanguíneos: a saber, la lipoproteína A, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, los triglicéridos y las apolipoproteínas A y B. Se basaron en dos grandes iniciativas de investigación, el Biobanco del Reino Unido y el consorcio PRACTICAL, para analizar los datos genómicos y de riesgo de cáncer de próstata de cientos de miles de individuos. En concreto, el estudio empleó un método conocido como aleatorización mendeliana, que aprovecha la aleatoriedad inherente al proceso genético de la meiosis para aumentar la validez de un análisis. Así, en lugar de tener en cuenta las mediciones directas de los lípidos en el torrente sanguíneo, los investigadores evaluaron las variaciones en las secuencias de ADN de los individuos que se asocian a diferentes niveles de lípidos en sangre. A continuación, analizaron si estas variantes genéticas estaban relacionadas estadísticamente con el riesgo de cáncer de próstata.
El análisis demostró que las variantes genéticas que predicen niveles sanguíneos más elevados de lipoproteína A se asociaban a un mayor riesgo general de cáncer de próstata, y también a un mayor riesgo de cáncer de próstata avanzado o de aparición temprana. Sin embargo, los investigadores no encontraron ninguna asociación significativa para ninguno de los otros lípidos sanguíneos. Estos resultados sugieren la posibilidad de que los fármacos que reducen la lipoproteína A puedan desarrollarse o reutilizarse para reducir el riesgo de cáncer de próstata en algunos individuos, aunque los investigadores apuntan que serán necesarias más investigaciones para confirmar las asociaciones observadas en este estudio y aclarar los mecanismos biológicos subyacentes. «Nuestro estudio sugiere que los individuos con niveles más altos de lipoproteína A en sangre, que es una proteína que transporta el colesterol en la sangre, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata», concluyen.
Este hallazgo podría ayudar a adelantarse a la enfermedad, ya que el diagnóstico precoz permite que, en la mayoría de los casos, el cáncer de próstata se puede tratar con éxito. En cualquier caso, ayudar a prevenirlo siempre es esencial y en este reto la alimentación adecuada se convierte en un ingrediente de gran ayuda para prevenir los tumores más agresivos. De hecho, recientemente han descubierto que los hombres con niveles elevados de un metabolito llamado fenilacetilglutamina (PAGln) tenían aproximadamente dos o tres veces más probabilidades de que se les diagnosticara un cáncer de próstata letal. Este metabolito se produce cuando los microbios del intestino descomponen la fenilalanina, un aminoácido que se encuentra en muchas fuentes de proteínas de origen vegetal y animal, como la carne, las judías y la soja. Además de la PAGln, los investigadores también descubrieron que los niveles elevados de dos nutrientes abundantes en los productos animales, como la carne roja, las yemas de huevo y los productos lácteos con alto contenido en grasa, denominados colina y betaína, también estaban relacionados con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo.
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