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Alimentación saludable

Ni con agua ni con vinagre: el médico Manuel Viso enseña cómo lavar las ensaladas para evitar ingerir este parásito

Un estudio europeo revela que las bolsas de ensalada ‘listas para consumir’ no están tan limpias como parecen: el toxoplasma gondii, que puede causar abortos o malformaciones en embarazadas, podría estar presente

No es con agua: el médico Manuel Viso enseña cómo lavar las ensaladas para evitar ingerir este parásito Freepik / manuelvisothedoc

Cada vez son más las personas que, por comodidad o falta de tiempo, optan por consumir ensaladas envasadas que vienen etiquetadas como "listas para consumir". Suena práctico y saludable, y las encontramos en cualquier supermercado, pero recientes investigaciones han encendido las alarmas sobre este hábito alimentario tan extendido: uno de cada 25 envases de ensalada en Europa contiene el parásito toxoplasma gondii, según un estudio reciente publicado en la revista Emerging Infectious Diseases y difundido por el médico y divulgador Manuel Viso en sus redes sociales.

Este parásito es el causante de la toxoplasmosis, una enfermedad que, si bien puede pasar desapercibida en personas sanas, representa un riesgo muy serio para embarazadas y personas inmunodeprimidas.

¿Qué es el toxoplasma gondii y por qué es tan preocupante?

El toxoplasma gondii es un protozoo parásito que puede encontrarse en alimentos contaminados, especialmente carnes crudas, frutas y verduras mal lavadas, y agua no potable. En adultos sanos, la infección puede no causar síntomas o manifestarse como un cuadro leve, similar a una gripe común. Sin embargo, el verdadero problema surge cuando el sistema inmune está comprometido.

En personas inmunodeprimidas, como pacientes con VIH, trasplantados o en tratamiento oncológico, el toxoplasma puede provocar cuadros neurológicos graves, incluso fatales, como advierte el médico Manuel Viso en su vídeo. Y en mujeres embarazadas, el peligro es aún mayor: el parásito puede atravesar la placenta y causar abortos espontáneos, malformaciones congénitas y daños cerebrales severos en el feto.

El estudio al que hace referencia el médico fue realizado en diez países europeos, incluida España como recalca Manuel, y ha puesto sobre la mesa la presencia frecuente del parásito en verduras de hoja verde listas para el consumo, como lechugas, espinacas y rúcula.

Los investigadores analizaron cientos de muestras de ensaladas envasadas de diferentes marcas y cadenas de supermercados. El resultado: aproximadamente el 4% contenía trazas del parásito. La mayoría de estas bolsas están etiquetadas como “listas para consumir”, lo que lleva a muchos consumidores a omitir el lavado previo, creyendo que son seguras.

El primer consejo del Dr. Viso es claro: “A partir de ahora, lávalas siempre, aunque el envase diga lo contrario”. Pero además insiste en que no basta con enjuagar las hojas con agua del grifo, ni con soluciones caseras como vinagre, bicarbonato o limón, ya que el toxoplasma puede resistir esos métodos.

La única forma verdaderamente efectiva, según explica, es mediante lejía apta para desinfección de alimentos. ¿Cómo hacerlo correctamente? Pues tal como informa en su vídeo Manuel Viso: "Una cucharada por litro de agua. Si es lejía concentrada, con cinco botas por litro de agua, suficiente". Se deben sumergir las hojas durante unos minutos y luego enjuagarlas bien con agua potable antes de consumir.

Aunque esta medida debería adoptarse de forma general, hay colectivos especialmente vulnerables ante una posible infección por toxoplasma: además de las ya mencionadas mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas, deberán tener especial cuidado niños pequeños y personas mayores, cuyo sistema inmunológico puede ser más débil; y, consecuentemente, personas que manipulan alimentos en residencias, hospitales o guarderías.

Este descubrimiento no pretende alarmar sino concienciar sobre un gesto cotidiano que puede parecer inofensivo pero entraña riesgos. Tal como se deduce del vídeo en el que informa Manuel Viso, la comodidad no puede sustituir a la seguridad alimentaria, y bastan unos minutos para desinfectar correctamente las ensaladas antes de consumirlas.

No se trata de dejar de comer ensaladas envasadas, una opción sana y, sobre todo, práctica, sino de saber cómo tratarlas antes de ponerlas en nuestro plato. Como dice el propio Manuel al finalizar su vídeo: “¿No las lavabas antes? Pues ahora ya sabes”. Y razón no le falta.