Higiene personal
¿Qué hay que ponerse primero: el gel o el champú?
Durante el lavado del cabello, es común que residuos de suciedad acumulada caigan sobre la piel
La rutina de higiene personal suele incluir el uso de gel de ducha y champú, productos diseñados para limpiar la piel y el cabello respectivamente. Una pregunta común es: ¿qué debemos aplicar primero durante la ducha, el gel o el champú? Aunque no existe una regla estricta, el orden en que se utilizan estos productos puede influir en la eficacia de la limpieza y en la salud tanto de la piel como del cabello.
El gel de ducha y el champú contienen tensioactivos, moléculas que reducen la tensión superficial y permiten eliminar la suciedad. Sin embargo, la composición y proporción de estos tensioactivos varía entre ambos productos, adaptándose a las necesidades específicas de la piel y el cabello. Los champús suelen incluir agentes acondicionadores, como siliconas y polímeros catiónicos, que aportan brillo y suavidad al cabello. Por otro lado, los geles de ducha contienen humectantes y emolientes, como glicerinas y ceramidas, que hidratan la piel tras la limpieza.
Según indican los expertos, aplicar primero el champú y luego el gel de ducha puede ser beneficioso por varias razones:
- Eliminación de residuos capilares en la piel: Durante el lavado del cabello, es común que residuos de champú, acondicionador o suciedad acumulada caigan sobre la piel. Si se ha limpiado el cuerpo previamente con gel, estos residuos pueden quedar en la piel, reduciendo la eficacia de la limpieza. Al lavar primero el cabello, se asegura que cualquier residuo que caiga sea eliminado posteriormente al aplicar el gel de ducha.
- Apertura de poros y mejor absorción: El agua caliente de la ducha abre los poros de la piel, facilitando la absorción de los ingredientes hidratantes y nutritivos presentes en el gel de ducha. Al aplicar el gel después del champú, se aprovecha este efecto para una limpieza más profunda y una mejor hidratación de la piel.
Consideraciones adicionales
Es importante destacar que, aunque este orden es recomendado, la elección final depende de las preferencias personales y de las necesidades específicas de cada individuo. Algunas personas pueden encontrar más cómodo o adecuado otro orden según su tipo de piel, cabello o rutina diaria.
Además, es fundamental seleccionar productos adecuados para cada tipo de piel y cabello. Por ejemplo, para cabellos secos o dañados se recomienda el uso de champús hidratantes y nutritivos, mientras que para pieles sensibles es preferible optar por geles de ducha sin fragancias ni colorantes.