Pediatría

Por qué tienes que poner a tus hijos a pintar cuanto antes

Un estudio relaciona dibujar en edad preescolar con mejores resultados educativos en Primaria y Secundaria, así como con menos trastornos del comportamiento (TDAH)

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Relacionan las habilidades de motricidad fina (colorear) con mejores notas y comportamiento hasta la adolescenciaFreepik

Queremos que nuestros hijos sean felices y, para ello, es habitual interesarnos por los modelos educativos que puedan ser mejores para su vida. A este se suma el deseo de que nuestros vástagos sean inteligentes, asertivos, pacientes y obedientes. Por lo general, solemos probar de todo para aumentar su "perspicacia": desde ponerle música clásica al vientre materno durante el embarazo a leerles desde que son recién nacidos o hablarles en diferentes idiomas.

Pero un estudio ha puesto de relieve que hay actividades, como el dibujo o pintar, a las que no concedemos la importancia que tienen. Y es que, de hecho, este trabajo afirma que pueden ser la mejor herramienta para su educación y para su futuro. Según sus resultados, las habilidades tempranas de dibujo y construcción con bloques en edad preescolar se relacionan con mejores resultados educativos y de comportamiento en Primaria y Secundaria.

"A menudo, los padres, cuidadores y educadores consideran que las actividades que forman parte del desarrollo de la motricidad fina, como la construcción con bloques y el dibujo, son simplemente 'juegos'. Sin embargo, nuestro estudio sugiere que el desarrollo de la motricidad fina forma parte del camino que conduce a los resultados educativos y al comportamiento posterior", subraya la profesora Angélica Ronald, de la Universidad de Surrey, en Inglaterra y autora principal del nuevo estudio.

El trabajo, liderado no solo por Surrey sino también por la Universidad de Londres, establece que la motricidad fina en los niños pequeños está vinculada con mejores resultados en los exámenes GCSE (en España, equivaldría al Certificado General de Educación Secundaria) a los 16 años. "A veces, los padres reciben libros gratis para sus hijos pequeños. Pero los responsables políticos deberían plantearse complementar los libros con bloques de construcción o materiales de dibujo", destaca Ronald.

Además de presentar resultados más óptimos en los exámenes, el estudio sugiere que los niños que pintan, doblan papeles y construyen con bloques tendrán menos problemas de conducta en la infancia y la adolescencia. Una menor motricidad fina durante los años preescolares se asociaba con más problemas de conducta y más síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) durante los años de Primaria y Secundaria. Estos vínculos se mantenían cuando se tenían en cuenta los factores socioeconómicos, como la cualificación y el empleo de los padres.

"Me sorprende el alcance de los resultados"

En el estudio participaron más de 9.000 niños en edad preescolar a los que se pidió que dibujaran, doblaran papel y apilaran bloques. Todas estas habilidades requieren una manipulación cuidadosa de los objetos con las manos y se denominan "habilidades motoras finas". Se evaluó a los niños a los 2, 3 y 4 años para tener una idea de su motricidad fina general durante el periodo preescolar.

A continuación, se realizó un seguimiento de los niños durante su infancia y adolescencia como parte de un estudio longitudinal, el Twins Early Development Study. Se registraron los resultados de los niños en el GCSE a los 16 años, así como su comportamiento durante la infancia y la adolescencia, incluidos los rasgos relacionados con el TDAH.

En un paso posterior, los autores trabajaron con medidas de propensión genética para el rendimiento educativo y el comportamiento. Estas medidas de propensión genética se denominan puntuaciones poligénicas. A grandes rasgos, indican la suma de la predisposición heredada a determinados rasgos. Su estudio demostró que la propensión hereditaria a permanecer más tiempo en el sistema educativo estaba asociada a una mejor motricidad fina temprana. La propensión hereditaria al TDAH se asociaba con más dificultades en la motricidad fina preescolar.

Aislinn Bowler, primera autora del estudio, afirma: "Me sorprendió el alcance de los resultados que encontramos. Cuando me propuse hacer este estudio, sospechaba que la motricidad fina temprana podía ser importante. Me sorprendió descubrir que la motricidad fina tiene una relación tan amplia con los resultados posteriores, no sólo en la escuela primaria, sino también en la adolescencia".

Los autores señalan que es necesario seguir investigando para determinar el papel exacto que desempeña la motricidad fina en los resultados posteriores de los niños. Si se descubriera un papel causal entre la motricidad fina y los resultados posteriores, "sería importante que esto influyera en las políticas públicas", concluye Bowler.