Pediatría
«Ni los padres más competentes pueden hacer que su hijo tenga un alto nivel de inteligencia»
Se publica en España 'Primeros pasos', un libro de referencia internacional sobre el comportamiento infantil del pediatra suizo Remo H. Largo
¿Qué se entiende por desarrollo normal de un niño? ¿Su inteligencia es innata o podemos estimularla a través de la educación? No hay respuesta fácil, pero podríamos concluir lo siguiente... "Cada niño es único y está bien como es". Esta es la frase que resume el ensayo 'Primeros pasos. Desarrollo y educación en los primeros años' (Ed. Captain Swing) del conocido investigador y pediatra suizo Remo Hans Largo. Se trata de un libro de referencia internacional sobre el comportamiento infantil en los cuatro primeros años de vida, con más de un millón de copias vendidas solo en Alemania, ahora reeditado en España.
El experimentado autor presenta, en esta ocasión, un libro educativo muy distinto a obras anteriores. No parte de una idea del desarrollo ideal ni de unos principios educativos fijos. Tan solo pretende que madres, padres y educadores conozcan mejor a sus hijos y vean al niño tal como es para mejorar sus competencias a la hora de tratar con él. Simplemente, "cada niño quiere crecer a su manera y a su ritmo", explica. Al margen del estilo pedagógico por el que opten los padres, Largo señala que las habilidades y rasgos fundamentales del niño no pueden ser inculcados: "Ni siquiera los padres más competentes pueden hacer que su hijo tenga un alto nivel de inteligencia, de habilidades sociales, o que desarrolle un fuerte carácter. Todas estas cosas son aportaciones del propio niño".
"No se puede convertir al niño en lo que no es"
El reputado científico centra el interés en dos puntos clave. El primero, son las condiciones biológicas previas. Ante estas, el científico, quiere despertar el respeto, la tolerancia y la comprensión de madres, padres y educadores sobre las características "dadas" del niño como individuo, porque "no se puede puede convertir a los niños en lo que no son, eso es malísimo para ellos", incide. El segundo, es la importancia de respetar la diversidad del comportamiento infantil. Para ello, proporciona datos acerca de las etapas del desarrollo y de las singularidades de cada edad.
Y es que los niños muestran diferencias individuales en las distintas áreas del desarrollo. Por ejemplo, un niño puede caminar con doce meses, pero no hablar hasta los veinticuatro. Por ello, es útil conocer el proceso y la diversidad del desarrollo infantil, adaptarse al comportamiento del niño y tomarlo en serio en todo momento. El investigador suizo divide este trabajo en nueve capítulos que abordan los distintos campos de estudio del desarrollo del menor: comportamiento social, motricidad, sueño, llanto, juego, desarrollo lingüístico, alimentación, crecimiento y dejar el pañal.
Los padres pecan de rigidez e ideas preconcebidas
Según el doctor en Pediatría, los padres pecan de cierta rigidez previa y suelen tener unas ideas propias acerca de cómo se desarrollan los niños; por ejemplo, sobre el momento en que deberían caminar sin ayuda o pronunciar sus primeras palabras. Algunos, dice, se orientan por conceptos normalizados y le dan mucha importancia a la atención temprana, esperando que produzca efectos positivos a largo plazo. Sin embargo, el rol de los padres debería estar determinado más bien por una postura desde la que se considera al niño como un ser único, y también por los elementos fundamentales y las regularidades propias del desarrollo infantil. En este sentido, nuestras expectativas deberían tener menos peso, subraya Largo.
"Este libro no aspira a ser un manual de resolución de problemas; más bien pretende servir para que los padres se familiaricen con las necesidades y peculiaridades del niño, a fin de que, en la medida de lo posible, puedan relacionarse con él en consonancia con su desarrollo. En las últimas décadas he podido comprobar que aquellos padres que entienden y aceptan a su hijo o hija con sus necesidades y capacidades, con sus sentimientos e ideas, no necesitan consejos. Son tal y como sus hijos desean: unos padres competentes".
Hans Largo, una vida dedicada a comprender el origen
Su concepto de singularidad y desarrollo individual de cada niño ha recibido la confianza de cientos de miles de madres, padres, abuelos y cuidadores desde la publicación de esta obra de referencia. Largo fue autor de varios ensayos científicos sobre educación y desarrollo infantil, algunos de los cuales terminaron convirtiéndose en bestsellers. Nació en 1943 en Winterthur, Cantón de Zúrich, y falleció el 11 de noviembre de 2020 en Uetliburg, Cantón de San Gall. Era padre de tres hijas y vivía con su segunda esposa en Uetliburg. Tenía 76 años.
Estudió medicina en la Universidad de Zurich y se especializó en pediatría en la Universidad de Los Ángeles, California. Se doctoró en ese ámbito en 1981 después de haber dirigido el Departamento de Crecimiento y Desarrollo del Hospital Infantil de la Universidad de Zurich desde 1978. Largo fue responsable de los denominados estudios longitudinales de Zurich —investigaciones internacionalmente reconocidas debido a sus avances en la comprensión del desarrollo infantil—; pasó cerca de cuarenta años investigando los trastornos del desarrollo y los comportamientos anormales en niños y jóvenes.
En 1987 la Sociedad Suiza de Pediatría le otorgó el Premio Falconi por sus investigaciones en ese ámbito. En 2001 ganó el Premio Mundial Nessim Habif de la Universidad de Ginebra, y en 2002 fue galardonado con el Premio de la Asociación Profesional Suiza de Psicología Aplicada. También ha recibido el Premio de Educación por la Universidad de Zurich en 2006 y el Premio Arnold Lucius Gesell del Theodor Hellbrügge Stiftung en 2010.
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