Cargando...

Urología

La cirugía robótica, precisión al milímetro

Esta técnica en patología urológica permite una recuperación funcional más rápida que la laparoscopia

Los especialistas, durante una intervención de cáncer de próstata QUIRÓNSALUDLA RAZÓN

Durante este mes se celebra «movember», 30 días en los que es importante concienciar a los hombres sobre la necesidad de que acudan a las revisiones urológicas para detectar de forma precoz el cáncer de próstata y el cáncer testicular, así como el de riñón y vejiga. «Se recomienda iniciar las revisiones prostáticas a partir de los 50 años, y en casos con antecedentes familiares de cáncer de próstata, a partir de los 40-45 años», precisa el doctor Manuel Sánchez Zalabardo, especialista de la Unidad de tumores urológicos del Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza.

Y si bien «cada vez son más numerosos los varones que solicitan revisión urológica a partir de los 45-50 años», hay otro grupo de pacientes que, como expone el doctor, «inician las consultas en urología cuando comienzan a orinar con más dificultad, a partir de los 60 años». Cuando, al igual que las mujeres con el cáncer de mama, «estas revisiones son importantes para un diagnóstico precoz de un cáncer de próstata», recuerda el especialista.

En el caso del cáncer de próstata, su diagnóstico se inicia con un examen y un análisis de sangre. En caso de dar positivo, el equipo médico decidirá cuál es el mejor tratamiento: cirugía, radioterapia y/o medicamentos.

La cirugía robótica ofrece más precisión y menos secuelas en la intervención del cáncer prostático. «Actualmente es la técnica quirúrgica de elección en pacientes con indicación de tratamiento quirúrgico, porque aporta mayor precisión, con una recuperación más rápida de la continencia urinaria y en los casos favorables también de la potencia sexual», explica el doctor Sánchez.

En concreto, «la cirugía robótica permite una mejor recuperación funcional: continencia urinaria, potencia sexual, función renal (en las cirugías de preservación renal) que la laparoscopia o la cirugía abierta», asegura el especialista del Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza.

Hasta la fecha el equipo de cirujanos de este centro ha realizado desde el año 2023 «en torno a 120 cirugías de cáncer de próstata, 70 nefrectomías parciales por cáncer de riñón y 10 cistectomías por cáncer de vejiga», detalla el doctor Ángel García de Jalón, especialista de la misma Unidad de tumores urológicos.

Este centro dispone del último modelo da Vinci, el sistema Xi, un robot que ofrece la posibilidad de operar a través de una única y mínima incisión o la posibilidad de llevar a cabo una cirugía robótica en multiespecialidad, con diferentes equipos médicos operando al mismo tiempo.

Sellado y corte

Está considerado como el mejor robot quirúrgico, ya que, gracias a su tecnología avanzada de sellado y corte, permite incisiones más pequeñas y precisas, lo que reduce el sangrado y el riesgo de complicaciones.

El sistema de visión 3D de alta definición del Da Vinci Xi ofrece imágenes más nítidas del campo quirúrgico, lo que permite al cirujano realizar procedimientos complejos con mayor seguridad.

El robot Da Vinci Xi reduce el sangrado y las complicacionesQUIRÓNSALUDLA RAZÓN

Además, mejora el uso del sistema Firefly, que ayuda a los cirujanos a identificar vasos sanguíneos y tejidos, reduce el riesgo de lesiones y mejora la precisión en la disección. «Se trata de un sistema de imagen por fluorescencia: tras inyectar indocianina verde, la óptica del robot activa luz infrarroja cercana para que los tejidos perfundidos ‘‘brillen’’. Ayuda a identificar uréteres y vasos, y a valorar la perfusión vascular de anastomosis (por ejemplo, en derivaciones urinarias de cistectomía)», explica el doctor García de Jalón.

Es decir, se logra una intervención menos invasiva, con menos secuelas postoperatorias en el paciente como la disminución de analgésicos tras la operación, menos pérdidas de sangre en el quirófano, menos días de permanencia en el hospital; a la vez que conlleva una mejora en el tratamiento de la enfermedad oncológica y una notable reducción de los efectos adversos asociados a la cirugía.

A esta tecnología hay que sumar otras muchas que permiten mejorar los resultados de la cirugía robótica y añadir elementos que aportan seguridad tanto en la planificación de la intervención como durante la misma, facilitando las maniobras del cirujano, como «la ecografía intraoperatoria, los ultrasonidos, el modelado 3D, los selladores o el bisturí armónico», destaca el doctor García de Jalón.