Verano
Cómo aliviar la irritación en los ojos provocado por el cloro de las piscinas
Aunque esta sustancia es esencial para mantener el agua de la piscina segura y libre de microorganismos dañinos, puede ser agresivo para los ojos sensibles
Con la llegada del verano y el aumento de las visitas a las piscinas, es común que muchas personas experimenten irritación ocular debido al cloro. Este químico, utilizado para mantener el agua limpia y libre de bacterias, puede causar molestias en los ojos, como enrojecimiento, picazón y sensación de ardor. Estas molestias pueden arruinar una tarde de diversión y llevar a una incomodidad prolongada si no se tratan adecuadamente. Por suerte, hay métodos sencillos y efectivos para aliviar los síntomas y disfrutar de un verano sin preocupaciones.
La irritación ocular por el cloro es una queja frecuente entre los bañistas. Aunque el cloro es esencial para mantener el agua de la piscina segura y libre de microorganismos dañinos, puede ser agresivo para los ojos sensibles.
Por ello, estos son algunos consejos para aliviar la irritación de nuestros ojos provocada por el cloro de las piscinas.
Enjuagar los ojos con agua fresca
Después de salir de la piscina, es fundamental enjuagar los ojos con abundante agua fresca. Este simple paso ayuda a eliminar los restos de cloro y otros químicos que puedan haber entrado en contacto con los ojos, reduciendo la irritación. Utilizar agua fría puede proporcionar un alivio adicional debido a su efecto calmante sobre los tejidos irritados.
Usar gotas oftálmicas lubricantes
Las gotas oftálmicas lubricantes, disponibles en farmacias, pueden proporcionar alivio inmediato a los ojos irritados. Estas gotas ayudan a hidratar y lubricar los ojos, aliviando la sequedad y la sensación de ardor provocada por el cloro. Es recomendable elegir productos que no contengan conservantes, ya que estos pueden causar más irritación en algunos casos.
Evitar frotar los ojos
Frotar los ojos puede empeorar la irritación y provocar más enrojecimiento. Es importante resistir la tentación de frotar y, en su lugar, utilizar los métodos mencionados para aliviar el malestar. Frotar los ojos también puede introducir más bacterias y partículas irritantes, agravando la situación.
Utilizar gafas de natación
Para prevenir la irritación ocular desde el principio, se recomienda el uso de gafas de natación. Estas gafas protegen los ojos del contacto directo con el cloro y otros químicos presentes en el agua de la piscina. Asegúrate de que las gafas se ajusten bien y sean de buena calidad para evitar filtraciones de agua.
Consultar a un especialista
Si la irritación ocular persiste o se agrava, es aconsejable consultar a un oftalmólogo. El especialista podrá determinar la causa exacta del malestar y recomendar el tratamiento adecuado. En algunos casos, puede ser necesario el uso de medicamentos específicos o la evaluación de otras condiciones subyacentes que podrían estar contribuyendo a la irritación.
Importancia de un buen mantenimiento de la piscina
Además de las medidas personales para aliviar la irritación ocular, es importante destacar la relevancia de un buen mantenimiento de la piscina. Un nivel adecuado de cloro y un pH equilibrado no solo garantizan la limpieza del agua, sino que también pueden minimizar las molestias en los ojos de los bañistas.
Los administradores de piscinas deben realizar pruebas regulares del agua para asegurarse de que los niveles de cloro y el pH se mantengan dentro de los rangos recomendados. Un pH demasiado alto o demasiado bajo puede aumentar la irritación ocular, al igual que el uso excesivo de cloro. Mantener una piscina bien balanceada no solo protege la salud de los nadadores, sino que también prolonga la vida útil de la instalación y sus equipos.
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