Neurología
Crean una prometedora prueba para detectar el párkinson de forma precoz
La plataforma tiene el potencial de crear diagnósticos moleculares tempranos
En el desarrollo de la enfermedad de Parkinson (EP), los cambios que conducirán a la neurodegeneración tienen lugar en el cerebro mucho antes de que los pacientes muestren algún síntoma. Pero sin una prueba que pueda detectar estas modificaciones, resulta difícil intervenir tempranamente para frenar de manera más efectiva la progresión de la enfermedad.
Para abordar esta necesidad, investigadores del Brigham and Women's Hospital, miembro fundador del Mass General Brigham, y el Instituto Wyss de Ingeniería de Inspiración Biológica de la Universidad de Harvard han desarrollado una plataforma de ensayo molecular que aplicaron con éxito a muestras de pacientes para detectar y cuantificar ⍺ -fibrillas de sinucleína, los agregados patógenos de ⍺-sinucleína que son un sello distintivo de la EP y otros trastornos neurodegenerativos conocidos colectivamente como ⍺-sinucleinopatías. Y los resultados resultan prometedores, tal y como demuestra el estudio publicado en PNAS.
"Este trabajo es un paso importante hacia nuestro objetivo de desarrollar un método para detectar y cuantificar un marcador clave de la enfermedad de Parkinson para ayudar a los médicos a identificar a los pacientes mucho antes y así mantener a raya la EP y los trastornos neurodegenerativos relacionados de manera mucho más efectiva", asegura el autor del estudio, David Walt, Ph.D., del Departamento de Patología de Brigham y miembro principal del cuerpo docente del Instituto Wyss. "Tener un biomarcador que podamos cuantificar podría ayudarnos a identificar nuevos fármacos candidatos y probar sus efectos en cohortes de pacientes más específicas en las primeras etapas de las enfermedades", añade con optimismo.
Una patología al alza
En todo el mundo, más de 10 millones de personas padecen párkinson, cuya incidencia aumenta con la edad en sociedades donde la esperanza media de vida también ha aumentado en las últimas décadas. De hecho, sólo en los EE UU, a casi 90.000 personas se les diagnostica párkinson cada año. Y España no se queda atrás, ya que en nuestro país se estima que más de 300.000 personas conviven con esta patología.
Hasta la fecha, los médicos deben basarse en el examen neurológico y en los historiales médicos de los pacientes al diagnosticar el párkinson. Sin embargo, cuando aparecen los síntomas clínicos, la enfermedad ya ha causado daños irreversibles en el cerebro. Actualmente, no existen pruebas de sangre o de laboratorio para diagnosticar la EP en pacientes que carecen de una predisposición genética conocida, que representan aproximadamente el 90% de los pacientes con EP.
La enfermedad de Parkinson, junto con la atrofia multisistémica (AMS) y la demencia con cuerpos de Lewy (dos trastornos con resultados igualmente sombríos), pertenecen a un grupo de trastornos neurológicos que tienen en común la agregación patológica de la proteína ⍺-sinucleína en fibrillas tóxicas. Esas fibrillas alteran múltiples funciones neurológicas y, en última instancia, provocan la muerte de las células neuronales. Los síntomas neurológicos que presentan los pacientes con las llamadas ⍺-sinucleinopatías se superponen fuertemente, lo que hace imposible distinguirlos para iniciar a los pacientes con las terapias actualmente disponibles y específicas para cada uno de los trastornos. Es importante destacar que ninguna de esas terapias disponibles trata las causas fundamentales de las enfermedades y sólo suprimen temporalmente los síntomas de los pacientes.
En el nuevo proyecto, el equipo de Walt colaboró con el laboratorio de Vikram Khurana, M.D., Ph.D., en Brigham and Women's Hospital, que proporcionó muestras de pacientes con EP y MSA, y el del físico David Weitz, Ph.D., en el Wyss Institute y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard (SEAS), que, a través de contribuciones vitales de Rohan Thakur, agregaron su experiencia para la encapsulación de fibrillas individuales de ⍺-sinucleína. Los investigadores diseñaron los llamados “ensayos de amplificación de semillas digitales” (SAA digitales) que utilizaron para detectar fibrillas individuales de ⍺-sinucleína en muestras de tejido y líquido cerebral.
Detalles del estudio
Utilizando minicompartimentos y estrategias de inmunocaptura, los investigadores desarrollaron diferentes ensayos de diagnóstico para detectar fibrillas de ⍺-sinucleína en muestras de pacientes. En los dSAA, las fibrillas individuales se separan en diferentes tipos de microcompartimentos diseñados y luego, como semillas, se cultivan hasta formar agregados fluorescentes más grandes que se vuelven fácilmente detectables y contables.
"Nuestros SAA digitales presentan un avance tecnológico crítico con el potencial de convertir la ⍺-sinucleína patológica en un biomarcador temprano para esta clase de enfermedades neurodegenerativas", explica Tal Gilboa, Ph.D., investigador postdoctoral de Walt y coautor del estudio. “Pero aún queda trabajo por hacer. Nuestras estrategias actuales funcionaron bien en muestras de tejido cerebral de pacientes con EP y MSA, pero hay espacio para mejorar sus sensibilidades para que podamos cumplir con los criterios para las pruebas de diagnóstico clínico y, con suerte, detectar fibrillas de ⍺-sinucleína en la sangre y otros fluidos biológicos", avanza.
Además de continuar optimizando los ensayos para aplicaciones de diagnóstico que, en el futuro, podrían distinguir entre diferentes estructuras de fibrillas de ⍺-sinucleína que se forman en pacientes que padecen EP, MSA y demencia con cuerpos de Lewy, el equipo de Walt también está explorando el potencial de las plataformas para la detección de drogas.
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