Invewstigación

Descubren por qué hombres y mujeres engordamos de manera diferente

Sometidos a una dieta alta en grasas, las consecuencias metabólicas para los ratones hembra fueron peores que para los ratones macho, según una nueva investigación española

Estar en pareja puede engordar
Estar en pareja puede engordarPexels

Hay muchas cosas que creemos saber sobre la obesidad y su fisiopatología. La máxima del balance energético entre lo que consumimos y lo que "quemamos", y que de ello depende si subimos de peso, nos mantenemos o lo bajamos, es una de ellas. Sin embargo, este mecanismo de regulación es mucho más complicado y, además, es muy distinto entre hombres y mujeres.

Lo ha descubierto una nueva investigación, realizada en animales de experimentación machos y hembras, en la que se ha descubierto que los astrocitos, un tipo de células cerebrales que, entre otras muchas funciones, controlan la interconexión de las neuronas y generan los ritmos circadianos (sueño-vigilia/ alimentación-ayuno) son los responsables de marcar las diferencias entre sexos.

El trabajo- llevado a cabo por dos grupos del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia), Gliatime y NeurObesity, dirigidos por Olga Barca y Miguel López, y publicado en la revista Cell Report - desvela que la eliminación del gen BMAL1, uno de los genes del reloj molecular que desempeña un papel crucial en la generación de los ritmos circadianos, resulta en un balance energético negativo en los ratones hembras y altera los ciclos metabólicos básicos.

Para realizar la investigación, los científicos eliminaron los ritmos circadianos de los astrocitos utilizando ratones genéticamente modificados. De este modo, cuando sometieron a los animales a una dieta alta en grasa, vieron como los ratones hembra adquirirían un fenotipo metabólico como el de los machos (acumulación de grasa en el abdomen, mayor formación de más masa muscular, entre otros rasgos).

Se sabe que las mujeres tienen ritmos circadianos más estables. Esto implica que, cuando se alteran los ritmos circadianos, con una dieta sana, su salud metabólica es mejor y más robusta que la de los machos.

"Descubrimos que las hembras sometidas a una alimentación insana, tendrían un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, mucho más que los machos con esa misma dieta”, explica Olga Barca. Esto, en gran parte, es debido al papel protector de los estrógenos. “Nos sorprendió mucho que existiese tanto dimorfismo entre sexos. Por ejemplo, sin indujéramos un jet lag en ratones macho y hembra, los primeros sufrirían mayor desequilibrio que los segundos en sus procesos de regulación”, añade.

Los siguientes pasos de este grupo de investigación será analizar cómo afectan al metabolismo celular y la homeóstasis prácticas como el ayuno intermitente en los distintos sexos.