
Investigación
Descubren un "sistema GPS" del melanoma que podría frenar la metástasis
Científicos españoles hayan una proteína que es fundamental para guiar a estas células cancerosas a medida que se propagan por todo el cuerpo

A pesar de representar solo una fracción de los casos de cáncer de piel, el melanoma mata a casi 60.000 personas en todo el mundo cada año. La tasa de supervivencia a cinco años para el melanoma localizado es de alrededor del 99%, mientras que el del melanoma metastásico es mucho menor, alrededor del 35% para metástasis distantes. Comprender cómo las células malignas metastatizan es crucial para mejorar las tasas de supervivencia.
Científicos españoles han descubierto una proteína que es fundamental para guiar a las células cancerosas del melanoma a medida que se propagan por todo el cuerpo. Las células malignas se vuelven dependientes de esta proteína para migrar, lo que apunta a nuevas estrategias para impedir la metástasis.
En general, se cree que la proteína eIF2A se activa cuando una célula sufre estrés, lo que ayuda a los ribosomas a iniciar la síntesis de proteínas. Pero según un estudio publicado en la revista "Science Advances", eIF2A tiene un mecanismo completamente diferente en el melanoma que ayuda a las células a controlar el movimiento.
"Las células malignas que metastatizan necesitan abrirse paso a través de los tejidos para invadir órganos proximales o distantes. La manipulación de eIF2A podría ser una nueva estrategia para evitar que el melanoma se libere y esparza tumores en otros lugares", afirma la doctora Fátima Gebauer, autora principal del estudio e investigadora del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona.
Trabajando con un par de líneas celulares de piel humana que diferían solo en su potencial metastásico, el equipo redujo los efectos de eIF2A. En las células cancerosas, las esferas tumorales tridimensionales dejaron de crecer y la migración en la placa de cultivo se ralentizó drásticamente. Sin embargo, la fabricación de proteínas apenas se vio afectada.
El equipo extrajo eIF2A de la célula utilizando un hilo de pescar molecular y catalogaron a qué proteínas asociadas estaba unida. Muchas resultaron ser componentes del centrosoma, una estructura molecular que organiza los microtúbulos y orienta a las células durante el movimiento. Cuando eIF2A estaba ausente, el centrosoma a menudo apuntaba en la dirección equivocada mientras las células intentaban avanzar.
Experimentos posteriores revelaron que eIF2A trabaja para preservar partes del centrosoma para que guíe a la célula en la dirección correcta durante el movimiento. La cola de la proteína es fundamental para la fuerza de migración de la célula. Al recortarle cola, la capacidad de movimiento de la célula quedó afectada, y esto podría dar lugar a una potencial diana terapéutica.
"La cola se comporta como un andamiaje, manteniendo partes clave de la brújula celular del melanoma en su lugar para que las células malignas puedan recorrer su camino fuera del tumor primario", dice Jennifer Jungfleisch, primera autora del estudio.
Las autoras del estudio señalan que la dependencia de eIF2A solo surge después de una transformación maligna, lo que abre una ventana terapéutica que podría preservar los tejidos sanos. Sin embargo, se necesitan más estudios para ver cómo funciona la alteración del comportamiento de la proteína en tejidos y modelos animales.
"En este campo, muchas dianas terapéuticas potenciales resultan redundantes o esenciales para las células normales, pero el descubrimiento de una proteína que silenciosamente se hace indispensable solo cuando las células se vuelven metastásicas es una buena ventana de oportunidad que merece ser explorada en profundidad. Cualquier vulnerabilidad potencial cuenta", concluye Gebauer.
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