Salud

Este 'síntoma' de alzhéimer aparece antes de los 45 años y se vincula con una demencia posterior

Un nuevo estudio publicado en 'Journal of the American Heart Association' afirma que las personas diagnosticadas con esta cardiopatía presentan un mayor riesgo de desarrollar demencia años después

alzheimer nuevo sintoma demencia cardiopatia
Descubren una enfermedad que aumenta el riesgo de demencia en etapas posteriores de la vidaFreepik

Hoy en día, más de 1 millón de personas en España padecen algún tipo de demencia, siendo la enfermedad de Alzheimer la mayoritaria. Unas 800.000 personas sufren la llamada "enfermedad del olvido", aunque cada año se diagnostican unos 40.000 nuevos casos. Para 2050, los estudios prevén que más de 3,6 millones de personas tendrá alzhéimer en nuestro país, más del triple que en la actualidad.

A pesar de las cifras, se desconocen las causas concretas que provocan la demencia y, en concreto, la enfermedad de Alzheimer. A grandes rasgos, los cambios que se observan en una persona con este tipo de demencia u otros son los mismos que vemos en el proceso neurológico normal de envejecimiento. La diferencia, eso sí, es que su desarrollo es más llamativo y se extiende a otras áreas del cerebro. Los primeros síntomas clínicos que aparecen son los relacionados con la pérdida de memoria a corto plazo.

Por fortuna, equipos científicos de todo el mundo van descubriendo poco a poco nuevos 'síntomas' o, al menos, nuevos factores de riesgo que propician la aparición de demencia o alzhéimer en etapas posteriores de la vida. Hace poco, una investigación ponía de relieve que la grasa abdominal a los 50 años está relacionado con padecer alzhéimer a los 70. Y ahora, un nuevo estudio ha revelado que las personas diagnosticadas con cierta enfermedad, especialmente antes de los 45 años tienen un mayor (y significativo) riesgo de presentar demencia y alzhéimer más adelante en la vida.

Se trata de un análisis realizado sobre los datos de más de 430.000 personas del Biobanco del Reino Unido, una gran base de datos biomédicos que aglutina registros sanitarios de unos 500.000 pacientes. Los investigadores analizaron los historiales médicos de personas con una edad media de 57 años cuando se convirtieron en participantes del Biobanco, siendo el 54,6% mujeres. Sus datos se recopilaron durante una media de 13 años de seguimiento.

¿El resultado? Padecer una cardiopatía coronaria antes de los 45 años se asocia a un riesgo un 36% mayor de desarrollar demencia en etapas posteriores de la vida. No solo eso. También presentaban un riesgo un 13% mayor de enfermedad de Alzheimer y un 78% más de probabilidad de padecer una demencia vascular, en comparación con quienes no habían padecido una cardiopatía coronaria.

Estos hallazgos, publicados en la revista Journal of the American Heart Association, suponen "el primer estudio a gran escala que examina si la edad de inicio de la cardiopatía coronaria puede afectar al riesgo de desarrollar demencia más adelante en la vida", explica Fanfan Zheng, autor principal del estudio e investigador en la Escuela de Enfermería de la Academia China de Ciencias Médicas y Peking Union Medical College en Beijing, China.

"En investigaciones anteriores, descubrimos que los adultos experimentaban un deterioro cognitivo acelerado tras un nuevo diagnóstico de cardiopatía coronaria", añade. Pero el presente análisis evalúa a qué edad se "corre más peligro" de padecer demencia o alzhéimer años después. Y así, ponen de relieve que el riesgo aumentaba en proporción directa a la edad más temprana de inicio de la cardiopatía coronaria.

La cardiopatía coronaria es un tipo de enfermedad cardiovascular, que se presenta en forma de angina de pecho e infarto de miocardio. Cada vez son más frecuentes entre gente joven en España. "Lo que más nos sorprendió fue la relación lineal entre la edad de inicio de la cardiopatía coronaria y la demencia. Esto demuestra la enorme influencia perjudicial de la cardiopatía coronaria prematura en la salud cerebral", afirma Zheng. "Como cada vez hay más personas que viven más años y a las que se diagnostica una cardiopatía coronaria a una edad más temprana, es probable que en los próximos años aumente mucho el número de personas con demencia.

De los datos aportados, el doctor Zheng arroja una conclusión: "Los profesionales sanitarios deben estar atentos a las personas diagnosticadas de cardiopatía coronaria a una edad temprana. El siguiente paso será determinar si la modificación del riesgo cardiovascular en etapas tempranas de la vida favorecerá una mejor salud cerebral en etapas posteriores", apunta.

Los investigadores ajustaron el análisis en función de factores demográficos y relacionados con el estilo de vida, como el hábito de fumar, el consumo de alcohol y si los participantes realizaban ejercicio moderado o intenso durante más de 10 minutos al menos dos veces por semana. También tuvieron en cuenta factores de salud como la masa corporal basal, los niveles de colesterol, la hipertensión, la diabetes, el uso de estatinas y si eran portadores del gen APOE4, que aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Con todo ello, los investigadores controlaron el sesgo de confusión, que sugiere asociaciones donde podrían no existir. Los 50.445 participantes con enfermedad coronaria se dividieron en tres grupos en función de la edad de inicio de la enfermedad: antes de los 45 años; entre 45 y 59 años; y a partir de los 60 años. Después, se emparejaron con sus homólogos sin enfermedad coronaria para evaluar la posible relación entre la enfermedad coronaria y la demencia.

Entre los 432.667 participantes en el estudio, hubo 5.876 casos de demencia, 2.540 casos de enfermedad de Alzheimer y 1.220 casos de demencia vascular. El 11,7% -50.685 adultos- tenían enfermedad coronaria en el momento de la inscripción o la desarrollaron durante el periodo de seguimiento. La aparición más temprana de la cardiopatía coronaria se asoció a un aumento del 25% del riesgo de demencia, del 29% del riesgo de enfermedad de Alzheimer y del 22% del riesgo de demencia vascular.

Las limitaciones del estudio incluyen que se trata de un estudio observacional, lo que significa que los resultados no confirman la relación causa-efecto, y que más del 94% de la población estudiada del Biobanco del Reino Unido se identificó como blanca, lo que significa que los resultados pueden no ser generalizables a personas de otras razas o etnias.