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Cáncer

La inteligencia artificial y el cribado de cáncer de mama: ¿qué pasa con las mujeres de mamas densas?

Una investigación que examinó más de 600.000 mamografías apunta a que la IA puede identificar un cáncer de mama antes de que aparezca en la imagen. Esto responden los expertos

Una herramienta de IA mejora la predicción de riesgo en mujeres con mamas densas Shutterstock

La detección precoz del cáncer de mama, el más común en las mujeres, continúa siendo uno de los grandes desafíos de la medicina. Y dentro de ese reto hay un grupo especialmente vulnerable: las pacientes con mamas densas. En estos casos, los tumores pueden pasar desapercibidos por el ojo humano al revisar las mamografías tradicionales, lo que complica recibir un diagnóstico temprano.

Por eso, ha sido noticia un nuevo avance publicado en la revista científica de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), cuyo congreso anual se celebra el 30 de noviembre. En él, se detalla cómo un modelo de inteligencia artificial (IA) ha mostrado mejoras relevantes en la capacidad de predecir el riesgo de cáncer de mama en posibles pacientes. Esta IA promete ver tumores que la mamografía no detecta y revolucionar los cribados.

¿Por qué importa este avance en cribado con inteligencia artificial?

La densidad mamaria es un factor clave en el cribado: las mamas densas contienen más tejido glandular y fibroso, lo que dificulta la visualización de lesiones. Esto ocurre con mayor frecuencia en mujeres jóvenes y en aquellas con bajo índice de masa corporal. En otras palabras, donde más hace falta precisión, más difícil es obtenerla.

Según los datos del estudio, el nuevo modelo de IA se entrenó con más de 400.000 mamografías de Europa y América, y su eficacia se validó después en otra cohorte independiente de más de 240.000 estudios. Además, la herramienta ya cuenta con autorización de la FDA para la lectura mamográfica, un respaldo regulatorio importante.

¿Qué aporta realmente esta IA al cribado del cáncer?

La oncóloga Josefina Ruiz, del Hospital Universitario de Canarias y coordinadora de la sección de Prevención y Diagnóstico Precoz de la SEOM, explica a través de Science Medica Centre que se trata de un estudio «de buena calidad». Según la especialista, el modelo «discrimina mejor el riesgo de cáncer de mama a partir de imágenes que el radiólogo es incapaz de ver en esa etapa tan inicial».

El valor principal de la IA es su capacidad para detectar patrones invisibles al ojo humano y complementar el criterio del profesional. Para Ruiz, esto puede ser especialmente útil en mujeres jóvenes, donde predominan las mamas densas: «La IA podría identificar lesiones demasiado tempranas para que la mamografía convencional las detecte». Esto podría traducirse en diagnósticos más precoces y tratamientos menos invasivos.

Las limitaciones del nuevo modelo, según los expertos

Pese al entusiasmo, Ruiz recuerda que aún quedan aspectos por valorar antes de su implementación a gran escala:

  • Coste-efectividad: la integración de la IA implica nuevos gastos en tecnología, formación y actualización.
  • Falsos positivos: una detección dudosa puede conducir a biopsias innecesarias. «No debe olvidarse el estrés que esto genera en la mujer», señala la oncóloga.
  • Lesiones demasiado tempranas: la IA puede identificar señales aún imposibles de confirmar mediante biopsia. Esto obliga a seguimientos prolongados que pueden aumentar la ansiedad.

Además, el estudio ha sido publicado pero aún no ha sido revisado por pares, un paso crucial antes de extraer conclusiones definitivas.

¿Qué cambia para las mujeres con mamas densas?

Aunque todavía no se ha implementado de forma rutinaria, este avance apunta hacia un futuro de cribado más personalizado y preciso, capaz de detectar tumores incluso en los contextos más difíciles. La gran pregunta ahora es cuándo y cómo se integrará en los sistemas de cribado existentes, y si los sistemas sanitarios podrán equilibrar sus costes con los beneficios clínicos.

Los próximos meses —y especialmente, con la publicación completa y revisada del estudio— ayudarán a responder estas incógnitas. Pero todo indica que la IA seguirá ganando terreno como herramienta clave para optimizar procesos en la medicina moderna.