Salud

¿Mala digestión?: tu postura al comer puede ser la clave

Una experta en salud digestiva explica la importancia de la postura corporal a la hora de comer

El protocolo dicta que no podemos apoyar los codos si hay comida en la mesa. Únicamente podemos apoyar los antebrazos | Fuente: Dreamstime
El protocolo dicta que no podemos apoyar los codos si hay comida en la mesa. Únicamente podemos apoyar los antebrazos | Fuente: DreamstimeDreamstimeDreamstime

Una de las molestias más comunes que sufrimos las personas en nuestra vida diaria es la mala digestión. Esta circunstancia se caracteriza por ser una molestia en el abdomen, sentir pesadez e hinchazón, tener gases, ardor o acidez e incluso, en los casos más graves, tener ganas de vomitar. En la mayoría de los casos, se produce de manera puntual y, algunas personas, conviven con esta sensación de manera más habitual.

De hecho, según explican los especialistas, "sufrir de malas digestiones afecta la capacidad de realizar actividades cotidianas, disminuye la concentración, entorpece el descanso y puede representar una fuente de estrés y ansiedad. Por tanto, todo esto genera un impacto negativo y considerable en la vida diaria de las personas". Además, es importante prestar atención a esta dolencia ya que puede "esconder" una enfermedad no diagnosticada o casos de intolerancias alimentarias.

¿Problemas de digestión?

Por todo lo mencionado anteriormente, la mayoría de personas toma diferentes medidas para evitar problemas o inconvenientes derivados de una mala digestión. Y es que, aunque lo hagamos sin querer o sin ser conscientes de ello, nuestra manera de comer, la postura o el consumo de según qué alimentos pueden provocar esta dolencia en nuestro día a día.

Corregir estos malos hábitos puede ser clave. Por ello, Marce Wellness (experta en salud digestiva) explica a través de sus redes sociales uno de los errores más frecuenten que pueden derivar en una mala digestión: una mala postura corporal a la hora de comer. Esta situación se produce en muchas ocasiones por comer mientras que trabajamos o en lugares no acondicionados para ello.

Malos hábitos de nuestra rutina

Tal y como expone en su vídeo publicado en Instagram (@marce.wellness), la especialista en la materia pone el foco en la costumbre de muchas personas de comer con una postura encorvada. Esta acción suele provocar "casos de reflujo ácido e inflamación o distensión abdominal" y el motivo de esta reacción se debe a que "se ejerce una presión sobre los intestinos que empeora la digestión".

De la misma manera, también pone el foco otros errores habituales que generan estas dolencias: "comer muy rápido y no masticar bien (es fundamental masticar adecuadamente los alimentos para favorecer la digestión); y/o hacer otras cosas mientras comemos (usar dispositivos electrónicos como el móvil o el ordenador es muy negativo)". Por último, Marce Wellness concluye: "Consumir altas cantidades de líquidos durante la comida es malo para nuestra digestión ya que, al ser un exceso, puede causar malestar o inflamación".

¿Qué es el 'inflammaging'?

Si has empezado el año con la piel más apagada, arrugas más marcadas o simplemente te sientes con menos energía, es posible que tu cuerpo esté experimentando 'inflammaging'. Este término, que una inlammation (inflamación) y aging (envejecimiento), hace referencia a un proceso inflamatorio de bajo grado que acelera el envejecimiento y afecta tanto a la piel como a la salud en general.

El 'inflammaging' está relacionado con el estrés, el sedentarismo, la alimentación y la exposición a tóxicos. Y aunque sus efectos no son inmediatos, con el tiempo puede provocar fatiga crónica, hinchazón, alteraciones en la microbiota y problemas metabólicos. Pero la buena noticia es que podemos frenarlo y revertirlo con pequeños ajustes en nuestra rutina diaria. Desde Enea Clínica nos explican que una dieta equilibrada, el ejercicio y ciertos suplementos clave pueden marcar la diferencia. Aquí te contamos cómo combatir el 'inflammaging' desde dentro para verte y sentirte mejor.