Opinión

La nutrición personalizada

Quizás la alimentación de precisión sea el futuro, pero aún queda abordar el bajo consumo de frutas y verduras, y la elevada ingesta de ultraprocesados

La personalización de tratamientos dietéticos es un arma efectiva para la prevención y el abordaje de varias patologías
La personalización de tratamientos dietéticos es un arma efectiva para la prevención y el abordaje de varias patologíasDREAMSTIMELA RAZÓN

Con la salvedad de la epidemia de la Covid-19, la esperanza de vida no para de crecer. La media actual en la UE es de unos 81 años. Entre otros motivos están los avances en el campo de la Medicina y en las condiciones de vida de las personas. Un ejemplo es la Medicina de Precisión, que busca dar recomendaciones individualizadas a cada paciente según las patologías que padece o que es susceptible de padecer. Y, por supuesto, dentro de este campo la nutrición no podría ser menos.

La nutrición actual se caracteriza por un creciente interés tanto de los pacientes y de los sanitarios como de la industria. Y en este campo se ha integrado a profesionales provenientes de varias áreas, como matemáticos y científicos de datos.

La aplicación de inteligencia artificial y el análisis de datos, así como el estudio de la nutrigenética y el microbioma, están permitiendo una rápida evolución de las recomendaciones nutricionales generales hacia una mayor personalización, sobre todo en los casos en los que las evidencias poblacionales no resultan efectivas.

La personalización de tratamientos dietéticos es un arma efectiva para la prevención y el abordaje de varias patologías. Por ejemplo, están en auge los estudios que evalúan la calidad de la flora intestinal de cada persona. El intestino humano contiene unos 100 billones de bacterias de más de 400 especies que se encuentran sobre todo en las partes finales del tubo digestivo.

Este microbioma está determinado por diversos factores: el sexo, el índice de masa corporal, los hábitos alimenticios y el nivel de actividad física. Se podría pensar que tener un perfil de microbioma u otro no es relevante. Sin embargo, la microbiota intestinal se relaciona con un gran número de funciones como la inhibición de patógenos, la síntesis de vitaminas (principalmente la vitamina K y la B12), la maduración del sistema inmunológico, las funciones endocrinas e incluso la modulación de algunos fármacos.

La formación de este microbioma comienza a partir del parto, aunque algunos estudios han conseguido aislar bacterias provenientes del meconio. Siempre se creyó que el ambiente en el que se desarrolla el feto es estéril. No obstante, existen diferencias en el perfil de bacterias presentes en los bebés nacidos por parto natural y en los nacidos por cesárea.

No son menos importantes las ciencias ómicas, tanto la genómica como la epigenómica, que se dedican al estudio del genoma y sus alteraciones. Esta información resultará muy útil para conocer el riesgo de padecer obesidad, dislipemia y algunos tipos de cáncer. La integración de estos datos permitirá diseñar dietas personalizadas que no solo prevengan estas enfermedades, sino que también mejoren la calidad de vida.

Como vemos, el avance en el conocimiento de la nutrición está progresando de forma muy rápida, y la actualización y el nivel de los sanitarios cada día es mayor. No obstante, las cifras de incidencia y prevalencia de muchas de las enfermedades no transmisibles ligadas al estilo de vida siguen creciendo de forma alarmante. La obesidad infantil alcanza niveles nunca vistos hasta ahora y están aumentando los casos de diabetes mellitus 2, llegando a cifras de prevalencia por encima del 10% en muchos países.

Quizás la nutrición de precisión sea el futuro. Pero, aún queda mucho trabajo por hacer a nivel poblacional, sobre todo abordar el bajo consumo de frutas y verduras, y el alto consumo de productos ultraprocesados.

Desafortunadamente, da la impresión de que la población está centrándose más en el empleo de la alimentación como medio de sanación que como medio de prevención.

Esta tendencia debe ser redirigida hacia la prevención, donde la dieta se vea como un pilar clave para mantener la salud y prevenir enfermedades. La educación nutricional y el acceso a alimentos saludables es esencial para lograr este cambio. Pero también es imperativo que las políticas de salud pública promuevan estilos de vida saludables desde una edad temprana y se implementen estrategias efectivas para combatir la obesidad y otras enfermedades relacionadas con la alimentación.

La nutrición de precisión promete revolucionar la manera en que entendemos y abordamos la salud y la alimentación a través de enfoques personalizados basados en datos genéticos, metabólicos y del microbioma. Ella permitirá ofrecer directrices dietéticas que optimicen la salud individual y prevengan enfermedades crónicas.

Sin embargo, para ello, es necesario seguir invirtiendo en investigación, mejorar la accesibilidad a estas tecnologías y garantizar la calidad de las que salen al mercado. La nutrición de precisión tiene el potencial de convertirse en una herramienta clave en la promoción de la salud pública y el bienestar a nivel global y, sobre todo, en el abordaje de aquellos casos en los que las recomendaciones generales no son suficientes.

Anxo Carreira es nutricionista y profesor de la Universidad Carlemany (Andorra)