Salud
Medicamentos sensibles a la segunda ola de calor en España: toma nota
La mitad de los medicamentos dispensados en las farmacias pueden verse afectadas por la ola de calor y necesitan una atención especial
La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido este martes una alerta por una ola de calor que afectará a la Península Ibérica hasta el jueves 25 de julio. Según las predicciones de los expertos en meteorología, las zonas centrales y suroccidentales de la península ibérica experimentarán temperaturas que superarán la barrera de los 40 grados centígrados, alcanzando hasta los 44 grados en algunas regiones.
En este contexto, conviene que recordemos la advertencia que lanzó hace unas semanas el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF): alrededor de la mitad de los medicamentos dispensados en las farmacias pueden verse afectadas por las temperaturas extremas. Por eso, advierten, es importante seguir con una serie de recomendaciones de conservación y consumo:
Medicamentos sensibles al calor
Hasta 7.500 de los medicamentos que se comercializan y dispensan en Farmacia Comunitaria requieren una especial precaución durante una ola de calor, ya que las altas temperaturas pueden afectar su eficacia y seguridad. Siendo especialmente cierto para aquellos que deben conservarse en la nevera.
El prospecto de los medicamentos siempre indica los requisitos de conservación segura. Existen unas 400 presentaciones de medicamentos que se comercializan en las farmacias y que necesitan conservarse en un rango de temperaturas de entre 2ºC y 8ºC. En este caso, el Consejo General de Farmacéuticos recomienda usar una nevera portátil para transportar este tipo de medicamentos y vacunas hasta casa y conservarlos a la temperatura indicada, utilizándolos tan pronto como se saquen del frigorífico.
En otros casos, se menciona que el rango de temperaturas seguras para su almacenamiento es entre 25 ºC y 30 ºC. Estos medicamentos tienen mayor tolerancia a las altas temperaturas y a los cambios de temperatura en comparación con aquellos que deben almacenarse en la nevera; pudiendo tolerar algunos momentos puntuales en los que, por cualquier motivo, se superen los límites establecidos.
Sin embargo, existen unas cuantas excepciones dentro de este grupo de medicamentos, como las cremas, las pomadas, los geles, los supositorios y los óvulos. A pesar de necesitar conservarse a temperaturas moderadas, de entre 25º y 30º, pueden ser particularmente sensibles a los picos de altas temperaturas, por lo que se recomienda evitar su uso si se sospecha que han sido perjudicados por dichas condiciones extremas.
Un tercer grupo de medicamentos, según sus rangos de temperatura de conservación, incluye aquellos fármacos que no tienen ninguna mención especial a la temperatura en su prospecto. Los estudios farmacéuticos han demostrado que estos medicamentos no se degradan y no pierden sus efectos, aun cuando han sido expuestos a temperaturas superiores a los 40ºC durante más de 6 meses.
Fármacos que nos debilitan frente a la ola de calor
Hemos hablado de cómo los fármacos pueden verse afectados por la ola de calor, pero no hemos hablado de cómo algunos medicamentos pueden afectar nuestro organismo, haciéndolo más susceptible frente a los efectos de las altas temperaturas.
Según explican desde el CGCOF, algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden favorecer la deshidratación y la pérdida de electrolitos. Otros, como los antiinflamatorios, pueden influir negativamente a la funcionalidad del riñón. Y otros, como los antihistamínicos o los medicamentos destinados al tratamiento del Parkinson, que pueden interferir con los mecanismos naturales del cuerpo para perder calor. Por último, avisan de los analgésicos como el tramadol o los antipsicóticos utilizados para el tratamiento de la esquizofrenia, que pueden incrementar directamente la temperatura corporal.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos también enfatiza la importancia de leer siempre las recomendaciones de uso y conservación de medicamentos y vacunas incluidas en el prospecto, de forma que podamos anticiparnos a cualquiera de estas contingencias. Si consideramos que el lenguaje utilizado en estos documentos no es claro o que hay algo que no entendemos con claridad, es crucial consultar al farmacéutico para aclarar cualquier duda sobre el uso de los medicamentos, especialmente aquellos que requieren conservación especial.
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