Sanidad
Las protestas en primaria espantan a los futuros MIR
La política de Recursos Humanos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es un desastre sin paliativos
La política de Recursos Humanos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es un desastre sin paliativos. No es que la culpa sea sólo de este Gobierno. Simplemente, cabe decir que los errores en la planificación vienen de muy largo y se han acrecentado en los últimos cinco años, arrojando la esperpéntica imagen que tenemos hoy. Por sorprendente que parezca, España carece aún de un registro de profesionales que recoja por centros datos como su edad o la plaza en la que ejercen.
En algunas especialidades médicas sobran facultativos y sobrarán aún más en los próximos años, y en otras no sólo no hay suficientes, sino que no existen tampoco perspectivas de que los vaya a haber. Particularmente graves son los casos de la medicina de familia y de la enfermería. El Ministerio ha sido incapaz de cubrir más de 200 plazas MIR este año, fruto de la mala imagen que transmite la situación por la que atraviesa la atención primaria entre los estudiantes de Medicina, acrecentada sin duda por las protestas de los sanitarios que trabajan en ella.
Llama también la atención que en Madrid sí se hayan cubierto todas las plazas pese a la dura campaña lanzada por organizaciones afines a la izquierda magnificando la supuesta desatención del Gobierno regional hacia este nivel asistencial. No, los futuros médicos no quieren serlo de familia, pero no es la Sanidad de Madrid la que les suscita rechazo, sino la de otras regiones. Algunas gobernadas por el PSOE, por cierto. Y con respecto a la enfermería, clama al cielo el incumplimiento sistemático de las administraciones acerca de los ratios de enfermos por profesional que marcan organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Para cuándo habrá una ley de Seguridad del Paciente?
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