Neurociencia
¿Qué tipo de personalidad tiene más riesgo de desarrollar demencia en la vejez? Un estudio da las claves
El estudio midió la personalidad de más de 40.000 personas y las sometió a un examen de patología cerebral tras la muerte durante las autopsias para averiguar si tenían demencia o alzhéimer
¿Cómo es la actitud de una persona con demencia? Una vez que la enfermedad ya ha dado la cara, los síntomas hacen que el paciente con deterioro cognitivo pueda presentar rasgos de personalidad que antes no tenía. Empiezan a actuar de forma diferente e, incluso, impredecible. Algunas se vuelven depresivas, ansiosas o irascibles. Pueden desarrollar una sensación de aburrimiento constante o de temor hacia su entorno.
Pero, ¿cómo suele ser la personalidad de una persona adulta que desarrollará demencia o alzhéimer en la vejez? Esa es otra pregunta totalmente distinta que, de poder ser contestada, podría ser útil para actuar a tiempo. De saberlo, estas personas podrían tener más probabilidades de adoptar hábitos saludables y evitar los acontecimientos perjudiciales que conducen a la demencia con el tiempo.
Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo metaanálisis (un estudio de estudios) realizado por un equipo de investigación de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos. A través de una investigación que une neurociencia y psicología, han explorado el efecto que tiene la personalidad en el riesgo de desarrollar demencia. En concreto, el estudio investiga las posibles asociaciones entre los cinco grandes rasgos de la personalidad en psicología y el desarrollo de una posible demencia.
El estudio utilizó el modelo de los Cinco Grandes tipos de personalidad, un sistema muy útil para caracterizar a todos los individuos y que abarca toda la gama de personalidades humanas. Lo ideal es que las personas posean un equilibrio en cada rasgo. Tener demasiado de uno o carecer de otro puede ser "problemático", según los científicos que firman el trabajo.
Los cinco grandes rasgos de la personalidad son:
- Apertura: personalidad que acoge con agrado las nuevas experiencias.
- Conciencia o Escrupulosidad: personalidad caracterizada por una ética de trabajo motivada y perfeccionista.
- Extraversión: personalidad sociable y extrovertida.
- Amabilidad: personalidad que da prioridad a llevarse bien con los demás.
- Neuroticismo: personalidad insegura y a menudo excesivamente emocional.
Además, en el metaestudio, los investigadores examinaron dos rasgos que no forman parte de manera explícita de los Cinco Grandes: el afecto positivo y el afecto negativo. El afecto positivo se asocia más estrechamente con la extraversión, aunque también puede ser un elemento de otros tipos de personalidad. El afecto negativo es similar, aunque está más estrechamente vinculado al neuroticismo.
"Queríamos dar un paso atrás y ver si podíamos formular una pregunta básica: '¿Predice tu personalidad actual el riesgo de demencia y la carga neuropatológica posteriores? Utilizando tantos datos como pudiéramos tener en nuestras manos", afirma la Dra. Emorie Beck, de la Universidad de California-Davis y primera autora del estudio.
Trabajos anteriores habían explorado los vínculos entre el tipo de personalidad y las probabilidades de desarrollar demencia. Sin embargo, Beck explica que "muchos de esos estudios se habían realizado de forma tan diferente, a veces utilizando técnicas realmente complejas, que es difícil compararlos".
Para averiguar que tipos de personalidad se relacionan con la aparición posterior de demencia, el metaestudio incluyó un análisis de los datos de ocho estudios publicados en los que participaron 44.531 personas. A cada individuo se le midió el tipo o tipos de personalidad, y todos se sometieron a un examen de patología cerebral tras la muerte durante las autopsias.
Según los resultados del estudio, publicado en la revista Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association, las personas que tienen menos probabilidades de desarrollar demencia tienen personalidades que se describen en la jerarquía de los Cinco Grandes como predominantemente concienzudas, extrovertidas y con un afecto positivo.
Por otro lado, las personas cuya personalidad se caracteriza principalmente por el neuroticismo y el afecto negativo tienen muchas más probabilidades de padecer algún tipo de demencia, incluido el alzhéimer. El estudio también descubrió que la asociación entre los tipos de personalidad y el riesgo de demencia se acentuaba con la edad.
¿Por qué ciertos rasgos de personalidad están relacionados con una mejor salud cognitiva?
Aunque el metaestudio halló fuertes asociaciones entre el tipo de personalidad y la demencia, no se identificaron pruebas significativas de patología cerebral que relacionaran ambos de forma directa o indirecta, lo que sugiere alguna otra conexión.
"Descubrimos que los rasgos de personalidad de una persona no están relacionados con el hecho de que desarrolle (o no) la patología física característica de las [demencias relacionadas con la Enfermedad de Alzheimer], pero sí con esas manifestaciones clínicas y el riesgo diagnóstico", detalla la doctora.
"Esto es una buena noticia. Aunque no podamos prevenir necesariamente la enfermedad en sí, posiblemente podamos mitigar los signos clínicos de la enfermedad y reducir las probabilidades de deterioro cognitivo", resume Beck.
La Dra. Claire Sexton, Directora Senior de Programas Científicos y Divulgación de la Alzheimer's Association, señaló a la revista MedicalNewsToday que se han propuesto múltiples vías plausibles entre la personalidad y el riesgo de demencia. Enumeró "los bajos niveles de actividad física, el elevado consumo de alcohol, la mala alimentación y el tabaquismo, que también se han asociado a un mayor riesgo de demencia".
Subrayando la complejidad de clasificar tales mecanismos, la Dra. Sexton señaló que dos rasgos, el neuroticismo y la concienciación, se han asociado con la neuropatología amiloide y tau en otros estudios, y la concienciación también se ha relacionado con biomarcadores inflamatorios.
Como posible explicación, la Dra. Beck sugiere que "nuestra conjetura es que las personas que son más concienzudas probablemente lo hayan sido durante un tiempo, de modo que cuanto más envejecen, más posibilidades tienen de acumular esos comportamientos positivos para la salud". Te puede interesar: Confirman cuánto aceite de oliva hay que tomar al día para reducir la demencia
Su afirmación enlaza con una interesante teoría: "La organización, la laboriosidad y la planificación que caracterizan a quienes tienen un alto grado de concienciación pueden serles útiles para seguir desenvolviéndose en su entorno, incluso cuando su función cognitiva pueda estar disminuyendo".
"Sería útil que las personas comprendieran sus propias personalidades a medida que envejecen, para que tengan más probabilidades de adoptar hábitos saludables y evitar los acontecimientos perjudiciales que conducen a la demencia", concluye. "Nuestra idea es que todas estas fuerzas están trabajando juntas para apoyar el creciente efecto protector de la conciencia a lo largo de la vida".
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