Un hombre se opera para tener erecciones y ahora tiene una de forma permanente

Un ciudadano inglés está en una agonía continua después de que se sometiese a una operación para reparar su virilidad dañada en un accidente de trabajo. James Scott se dedicaba a la colocación de vidrieras cuando hace cuatro años aproximadamente 1000 kilos de vidrio se le cayeran encima mientras trabajaba. Como consecuencia, Scott, de 57 años, sufrió numerosas lesiones en el área del ingle, en la columna vertebral, en las piernas y un bloqueo en la uretra.

El hombre, y padre de una niña de nueve años, tuvo que ser operado de urgencia debido a los numerosos daños en el interior de su cuerpo. Sin embargo, durante la operación algo salió mal y fue incapaz de volver a tener una erección. Con esto, el hombre decidió volver a operarse para recuperar la virilidad, pero la intervención le dejo con un problema aún mayor.

James vive desde entonces con una erección permanente, lo que le genera un gran dolor. Afirma que no puede salir de casa, ni vestirse por el daño que le provoca su problema. Tampoco puede visitar a su hija de nueve años.

A James, originario de Glasgow, le dijeron los médicos que era una intervención dentro de lo común y que consistía básicamente en introducir varillas de metal en el pene para garantizar la rigidez. Una post operación que duraría aproximadamente seis u ocho semanas, pero que ya se ha traducido en meses.

El paciente afirma que trató de contactar con los médicos y el personal de cirugía para revertir el problema y que fueran a visitarle a casa, pero la respuesta por parte de éstos fue negativa. Según el personal sanitario, el médico de cabecera de James está de vacaciones y no hay otro disponible para enviarle a casa.

El centro médico Tollcross ha dicho que: "Mantener la confidencialidad del paciente es extremadamente importante y hace que sea extremadamente difícil comentar casos individuales. En términos generales, los especialistas en el hospital manejan las complicaciones postoperatorias más severas y la opción más segura es la evaluación hospitalaria”.