Sánchez trocea Sanidad en plena crisis y le da la Agencia Alimentaria a Garzón

El Ministerio de Sanidad ha vuelto a ser mutilado. Cuando en enero se formalizó el nuevo Gobierno, el departamento del recién nombrado Salvador Illa perdió las competencias que hasta entonces tenía en materia de Consumo para cedérselas a un Ministerio de nuevo cuño capitaneado por Alberto Garzón. Ahora, en plena pandemia de Coronavirus, el departamento que dirige Illa vuelve a ser troceado al perder la gestión de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, un órgano fundamental para prevenir y atajar problemas de salud generados por los alimentos, como se ha visto en el pasado con crisis como la de «las vacas locas» o, más recientemente, la de la listerioris.

La decisión fue adoptada el 28 de abril. Un real decreto publicado ese día la adscribe a Consumo y la hace depender de la Secretaría General de Consumo y Juego, ostentando la presidencia el titular de dicha secretaría, y añadiendo a continuación que dependerá funcionalmente de este departamento, de Sanidad y de Agricultura, Pesca y Alimentación. El 1 de mayo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó un real decreto que desarrolla la estructura orgánica básica del recién creado Ministerio de Consumo, e incluíauna disposición adicional séptima, en la que el Gobierno certifica que «la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, organismo autónomo adscrito orgánicamente al Ministerio de Consumo, tendrá una dependencia funcional del Ministerio de Consumo, del de Sanidad a través de la Secretaría General de Sanidad, y del de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Secretaría general de Agricultura y Alimentación, en la espera de sus respectivas competencias».

Inquietud en la oposición

La pérdida de esta Agencia por parte de Sanidad ha desatado la inquietud en los partidos de la oposición y entre los expertos en seguridad alimentaria. El Grupo Popular ha presentado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados relativa a su retorno al Ministerio de Sanidad, en donde se creó. En ella recuerda que la Cámara Baja aprobó una resolución en junio de 1999 para la creación de la agencia en la que instaba al Gobierno a hacerlo «con el objetivo de articular mecanismos de cooperación de todas las administraciones públicas responsables del control sanitario e higiene de los alimentos, asegurando sistemas homogéneos de inspección y control, así como mantener actualizados los conocimientos técnicos y científicos en materia de higiene y control alimentario y de nutrición».

El proyecto de ley de creación fue presentado en el Congreso en 2000, y en 2001 surge ya este órgano para «promover la seguridad alimentaria como objetivo fundamental de la salud pública» y «ofrecer garantías e información objetiva a los consumidores y agentes económicos del sector agroalimentario español». El Grupo Popular insta en su proposición no de ley a adoptar las medidas oportunas para que sea reincorporada «cuantos antes» a la estructura orgánica de Sanidad, «teniendo en cuenta la relevancia de sus funciones relativas a la planificación, la coordinación y el desarrollo de estrategias y actuaciones que fomenten la información, la educación y la promoción de la salud en el ámbito de la nutrición y, en particular, en la prevención de la obesidad».

Durante el debate de aprobación de la Agencia, en 2001, el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados prestó su apoyo a la creación de la misma dentro del Ministerio de Sanidad. La entonces diputada Matilde Valentín Navarro aseguró en dicho debate que «el Grupo Socialista, ejerciendo esa responsabilidad que manifestó desde un primer momento con respecto a este tema en orden a garantizar que los ciudadanos dispongan de unos alimentos sanos y seguros y, sobre todo, a garantizar la protección de la salud de las personas, va a votar favorablemente las enmiendas y, por tanto, a dar su aprobación a la ley por la que se crea la Agencia Española de Seguridad Alimentaria».

Según dijo, «este es el objetivo fundamental de la Agencia: actuar en época no solamente de crisis, sino también de normalidad». El proyecto de ley de creación de la agencia se aprobó con el voto favorable del PSOE. Lo apoyaron en total 274 diputados y ninguno lo rechazó.