Tragedia

Una madre mata a su bebé tras quemar su cuerpo con agua hirviendo

La pequeña sufrió quemaduras profundas en el 65 por ciento de su cuerpo

Katie Crowder con su pequeña
Katie Crowder con su pequeñaFacebookLa Razón

Katie Crowder, consumidora de cocaína, quemó con agua hirviendo a su hija de 19 meses hasta dejarla morir. La pequeña Gracie Crowder estuvo durante al menos una hora gritando de dolor sin recibir ninguna ayuda de su progenitora.

Poco después de llegar al hospital, Grace murió debido a las quemaduras profundas que sufría en el 65 por ciento de su cuerpo, según ha publicado Daily Mail.

Katie, de 26 años, está acusada de asesinar a la niña exponiéndola al agua caliente en su casa en Mansfield y de no auxiliarla posteriormente antes de llevarla a la casa de sus padres que residen en la misma calle.

Durante la celebración de la primera vista del juicio, el abogado defensor de Crowder indicó que llevó a la niña a la vivienda de sus abuelos al ver que no reaccionaba. “Entró en pánico”, explicó. De hecho, cuando llamó a la puerta de sus progenitores gritó “¡Está muerta, está muerta!

La madre de Crowder le preguntó “qué diablos había hecho”, a lo que ella respondió: “No lo sé. Me encontré a la niña así”.

La acusada le dijo a la policía que el tiempo que la niña estuvo sumergida en agua hirviendo, no se enteró, porque había estado “limpiando un desastre del perro” y que cuando terminó encontró a su hija boca abajo en el baño junto a un cubo de fregona.

La investigación de las autoridades concluyó que la niña había gritado “enérgicamente” de dolor durante una hora. “No fue una muerte repentina. Murió al cabo de una hora”, indicaron.

La fiscal también informó al jurado de que encontraron gran cantidad de cocaína en la sangre de Crowder cuatro horas después del incidente, por lo que queda claro que la acusada estaba se había drogado una hora antes de la muerte de Gracie.

En el juicio también aseguraron que la acusada había hecho comentarios sobre su hija en el pasado, diciendo: “Necesito llevarla a la guardería, nunca tengo un descanso”.