España alcanza las 17.000 muertes en esta segunda ola

Aunque en apariencia ha sido menos abrupta y no ha dejado imágenes de colapso sanitario en los hospitales tan impactantes como durante la primera, la segunda oleada de la pandemia de Covid-19 también está arrojando una factura cruel en España.

Desde el 22 de junio, que es cuando se estima que pudo iniciarse, hasta el día de ayer, nuestro país alcanza las 17.000 muertes. Eran, en concreto, 16.801 las contabilizadas hasta este lunes, en una escalada especialmente intensa a lo largo de octubre y noviembre. El 30 de septiembre, nuestro país contabilizaba 3.703 fallecimientos de pacientes con el virus SARS-CoV-2, después de que en julio y agosto la media de muertes diaria apenas superara la decena.

En apenas tres meses, la cifra se ha elevado en 13.098 más, y aunque su ritmo está decreciendo durante las últimas semanas como consecuencia de los confinamientos autonómicos, hasta los 273 decesos diarios, no se detendrá hasta que la incidencia de contagios diagnosticados por cada 100.000 habitantes descienda al menos hasta la cifra mágica de 50 infecciones, la que estableció como meta ideal el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez con motivo de la declaración del último estado de alarma.

Según los datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, España contabiliza más de 45.000 defunciones de pacientes con Covid desde el estallido de la pandemia, allá por el mes de marzo. 28.268 de ellas corresponden a la primera ola, por lo que nuestro país se encuentra ya a apenas 11.467 de superar esa cifra trágica antes de que inicie la temida tercera oleada. El saldo es desgarrador.

En los nueve meses que han transcurrido de pandemia, España se ha consolidado como el quinto país con mayor número de defunciones por Covid-19 de todo el planeta en proporción a su población. En concreto, contabiliza 964 muertes por millón de habitantes, a un paso de alcanzar a Andorra, que figura en cuarto lugar. Con apenas 77.316 habitantes censados, el Principado registra 983 decesos, según el contador en tiempo real Worldometer, que nutre sus estadísticas con información oficial procedente de los propios estados. En tercer lugar se sitúa Perú, muy golpeado por la Covid-19, con 1.083 muertes por millón de habitantes, mientras que en segunda posición se sitúa San Marino, que con apenas 33.961 habitantes contabiliza 1.364 fallecimientos. A la cabeza de esta pésima estadística figura Bélgica, con 1.425.

Si Worldometer utilizara para elaborar el ránking la cifra de exceso de mortalidad de este año con respecto al pasado, y que podría rondar en España las 66.000 defunciones adicionales, nuestro país competiría codo con codo con Bélgica como el más golpeado de todo el planeta por la pandemia.

¿Hasta cuándo durará esta escalada de muertes en España? No existe previsión de cuándo se producirá un descenso tan brusco como el vivido al final de la primera ola, pero después de otra cruenta lucha contra el SARS-CoV-2, con toques de queda y cierre de la hostelería de por medio, las estadísticas empiezan a dar una tregua que inducen a pensar que el número de defunciones tenderá a descender en las próximas semanas.

El economista Francesc Pujol, cuyos análisis de los datos de la pandemia en las redes sociales son seguidos por centenares de sanitarios, revela, por ejemplo, que los 19.979 casos reportados desde el pasado viernes hasta el lunes suponen una media diaria de 6.660 casos, una cifra no vista en nuestro país desde el 24 de agosto. Se trata, apunta, de una caída del 23% respecto a los 8.629 casos diarios del lunes anterior. Hace dos semanas, eran 12.757 y hace cuatro 18.339. Esta caída es generalizada en todas las comunidades autónomas, aunque se ha producido de forma más intensa en las más golpeadas en esta fase de la segunda olla, como Castilla y León, Asturias, Andalucía, País Vasco y Cantabria.

Con todo, Pujol alerta en las redes sociales de que todavía se registran más de 150.000 contagios cada dos semanas en España, lo que significa que sigue existiendo transmisión comunitaria del virus SARS-CoV-2, así como infecciones que se encuentran fuera de control.