Accidentes

Más de cien accidentes de patinetes en 2020: 109 heridos y seis muertos

No llevar casco y circular por una vía interurbana son los principales factores de siniestros mortales

Atropellos, caídas y colisiones contra otro vehículo son algunos de los siniestros más habituales cuando se circula con un vehículo de movilidad personal (VMP), como un patinete eléctrico. Las consecuencias, lesiones graves, tanto para el conductor de este tipo de vehículos, como para el peatón contra el que choca.

Los patinetes eléctricos se vieron involucrados en 100 accidentes de tráfico durante el año pasado en España, en los que hubo 109 víctimas, de las cuales seis perdieron la vida, datos en todos estos casos que superan los registrados en 2019.

Así se desprende del estudio ‘Pruebas de choque (crash-tests) de patinetes eléctricos y riesgos asociados a su proceso de recarga: recomendaciones para un uso seguro’ elaborado por la Fundación Mapfre en colaboración con el Cesvimap (Centro de Experimentación y Seguridad Vial Mapfre) y presentado este miércoles.

El Gobierno ha regulado por primera vez los patinetes eléctricos a escala nacional con un real decreto que entró en vigor el pasado 2 de enero y que obliga a estos vehículos a circular a 25 km/h como mucho, siempre en la calzada (es decir, no por aceras y zonas peatonales) y en ciudad (por tanto, no en las carreteras).

El informe señala que el uso de los patinetes eléctricos ha aumentado progresivamente en los últimos años, lo que ha llevado a un incremento de fallecidos en siniestros en los que se han visto involucrados estos vehículos. Los datos de accidentes proceden de medios de comunicación y sitios web, puesto que, al tratarse de vehículos no matriculados y sin seguro obligatorio, no existen datos oficiales de siniestralidad.

Según el estudio, el año 2020 cerró con más de 100 accidentes de patinetes eléctricos con víctimas (24 más que en 2019), en los que 109 personas resultaron heridas, tanto leves como graves (26 más que el año anterior), y 6 perdieron la vida (1 más que en 2019). La mayoría de los siniestros ocurrieron principalmente en las ciudades (98%) y en concreto, en los carriles para vehículos (66%). Suceden, principalmente, como resultado de colisiones (60%), atropellos (20%) y caídas (19%).

En cuanto a los vehículos implicados en dichos accidentes, en el 66% de los casos estuvieron implicados coches, seguido de los peatones (11%), furgonetas y ambulancias (8%), bicicletas (6%), autobuses (4%), camiones (3%) y motos (2%), siniestros que sufren mayoritariamente personas de entre 16 y 35 años. Los factores principales en siniestros con víctimas mortales fueron conducir sin llevar casco (40% de los accidentes), la edad del conductor (20%), ir por vía interurbana (20%) y la imprudencia del otro vehículo implicado (20%).

‘CRASH-TEST’

El informe incluye, además, los resultados de varias pruebas (dos de choque y dos simulaciones por ordenador) que muestran cómo un maniquí que se desplaza a 25 km/h en un patinete colisiona contra un vehículo y cómo atropella a un menor a esa velocidad. Los datos extraídos de estos ensayos, realizados con dummy en las instalaciones de CESVIMAP han proporcionado información muy valiosa sobre los daños, directos e indirectos, que se producen en distintas partes del cuerpo.

Los ensayos se han realizado con un innovador dispositivo de arrastre para VMP, bicicletas y motocicletas (con o sin dummies), diseñado por CESVIMAP y registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).

Según los resultados, en caso de colisión fronto-lateral, es decir cuando impacta contra el lateral de un coche, por ejemplo, la zona más afectada es la cabeza. También está expuesta a un alto riesgo la zona cervical, que puede llegar a sufrir latigazo en el momento posterior a la colisión y tras golpear la cabeza contra el suelo.

En caso de atropello a un peatón menor, que es quien se lleva la peor parte, las consecuencias son daños serios en la rodilla, tórax y cabeza, que suele impactar primero, de forma violenta contra la columna de dirección del patinete, y después, contra el suelo. También afecta a los hombros, donde recae la masa del conductor y el propio patinete en el momento de impactar contra el asfalto.

Por el contrario, para el conductor del patinete, el riesgo de lesión se reduce al “aterrizar” sobre el cuerpo del peatón atropellado. Actualmente, un tercio de los afectados por este tipo de accidentes sufre traumatismos craneoencefálicos que precisan un ingreso en las Unidades de Medicina Intensiva.

RECOMENDACIONES

Para evitar atropellos a peatones, los expertos de Fundación MAPFRE y CESVIMAP advierten de la importancia de no invadir la zona por la que circula un peatón, es decir las aceras, y bajarse del patinete cuando vayan a cruzar por un paso de peatones. También hacen hincapié en no utilizar el pie sobre la calzada como freno (para evitar fracturas), llevar chalecos reflectantes y no utilizar dispositivos para escuchar música. Además, se recomienda usar casco siempre, ya que es fundamental para minimizar las consecuencias de los golpes que sufre el conductor del patinete cuando se cae y choca contra el suelo o contra un elemento fijo o móvil.

También es importante que los propietarios de este tipo de vehículos no manipulen el controlador de velocidad y la potencia para evitar posibles sobrecalentamientos y cortocircuitos, algo frecuente debido a la existencia de distintas apps no oficiales que anulan los controladores y de videos que explican cómo manipular las baterías y los módulos de control. Insisten, además, en no cargar el patinete cuando está mojado, después de un golpe que haya afectado la zona de las baterías o por la noche sin supervisión. El cargador debe ser, además, un elemento importante de seguridad, razón por la que hay que utilizar siempre uno recomendado por el fabricante.

En cualquier caso, los fabricantes de patinetes también son responsables de la seguridad. Así lo indica la investigación, que hace una llamada para que en la medida de lo posible innoven en el diseño de elementos que permitan reducir el impacto y las lesiones que se pueden producir en la cabeza de los peatones en caso de atropello. Actualmente, los patinetes eléctricos no cuentan con zonas que absorban la energía en caso de impacto o atropello, por lo que trabajar en esta línea resultaría un gran avance en seguridad.