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Al fin, una buena nueva: el pasaporte Covid de la UE

Impulsar el turismo resulta clave para recuperar la economía española

Impulsar el turismo resulta clave para recuperar la economía española
Impulsar el turismo resulta clave para recuperar la economía españolaAENAAENA

El responsable de la política turística española en “el tiempo del cólera”, o sea de la pandemia covid, se plantearía dos estrategias básicas para recuperar el turismo, que es imprescindible para recuperar la economía española, superar el desempleo y recuperar el bienestar social. Estas dos estrategias afectarían, respectivamente, a la oferta y a la demanda y serían:

Oferta: En primer término, hay que mantener la estructura productiva y laboral, evitando que deje de estar disponible para la etapa de recuperación. Esto se lograría no solamente con ERTES y créditos ICO, sino con ayudas directas, como han hecho los demás miembros de la Unión Europea, en los que el turismo es una actividad menos fundamental para sus respectivas economías. En segundo lugar, hay que tratar conforme a su importancia al primer sector de la economía española en el Plan de Recuperación, Transformación. En este sentido es significativa y reveladora la ausencia del sector turístico en el acto de presentación de la Agenda 2050. Ante esta actitud tan poco positiva de los poderes públicos, el sector turístico español debería concentrar sus esperanzas y su acción en la estrategia sobre la demanda.

Demanda: Todos los indicios apuntan a un fuerte rebote de la demanda de viajes tanto en el mercado nacional como en los internacionales, en cuanto ha mejorado la situación de la pandemia gracias al proceso de vacunación. Dos factores alimentan esta recuperación: el deseo de libertad, después del confinamiento, y la disponibilidad de recursos no gastados en el período de encierro. Para materializar esta demanda potencial hacia los destinos turísticos es fundamental la movilidad, y ésta depende, además de las condiciones objetivas sanitarias, que están ya visiblemente mejorando en mercados y destinos, de la acción de los poderes públicos.

Pieza fundamental de esta movilidad es el impropiamente llamado “pasaporte Covid”. Sin su implantación general y urgente el turismo, tanto español como mundial, tardaría en recuperarse. Es difícil explicar las reticencias que han venido retrasando su implantación. Los certificados sanitarios para visitar lugares afectados por epidemias tienen una larga tradición. Se basan en la voluntariedad del viajero. No se puede argumentar con la discriminación. Tampoco son válidos los argumentos relativos a la invasión de la intimidad. No se trata de disponer arbitrariamente del historial médico del viajero, del trabajador, o del alumno, sino simplemente conocer si esa persona constituye un riesgo potencial para los compañeros de viaje, de empleo o de aula. El evitar un riesgo innecesario es un derecho para cualquier miembro de una comunidad.

La Unión Europea (Comisión, Parlamento y Consejo) ha tardado demasiado en llegar a un acuerdo que se acaba de anunciar para una implantación generalizada a partir del 1 de julio del denominado “Certificado digital Covid de la UE”, que han reclamado angustiosamente tanto las organizaciones internacionales del turismo (OMT, WTTC), como unánimemente las empresas turísticas del transporte, del alojamiento y del ocio del mundo entero. Sólo cabe esperar que esta iniciativa de la UE encuentre eco en otros países como Estados Unidos, China y el Reino Unido, y que no prevalezcan intereses domésticos de motivaciones económicas y geopolíticas.