Sin fecha

Moncloa mantiene la tensión con el fin de las mascarillas

Pedro Sánchez dice que «será pronto» pero no ofrece más detalles y Carolina Darias estira el asunto: “El plan se está trabajando intensamente”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se coloca la mascarilla para intervenir en una rueda de prensa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se coloca la mascarilla para intervenir en una rueda de prensaEUROPA PRESS/A.Ortega.POOLEuropa Press

El Gobierno tiene en vilo a la sociedad española con el fin de las mascarillas. Es consciente de que es una noticia muy esperada, que marcará, de forma símbolica, el final de la pandemia. Por eso, está esperando el momento «adecuado». Desde mayo se lleva pergeñando el asunto, a petición de las comunidades, y el martes, en la Comisión de Salud Pública se esperaba que, al menos, se avanzase el escenario idóneopara comenzar con la desescalada de los cubrebocas. Pero no hubo respuesta.

Ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a avivar la tensión mediática. Tras sacar pecho del avance de la vacunación en España, se mostró confiado en que «pronto vamos a abandonar las mascarillas» en el exterior ahora que se ha alcanzado la «velocidad de crucero» en la vacunación y que en unos días habrá 15 millones de personas vacunadas en el país.

Por la tarde, en el pleno del Consejo Interterritorial, los consejeros volvieron a abordar el asunto, pero la ministra del ramo, Carolina Darias, se limitó a decir que se sigue trabajando en un plan, que se dará a conocer «cuando se tenga toda la información» y en el momento oportuno.

Tras el encuentro con los consejeros, Darias reconoció en rueda de prensa que la mascarilla ha sido «una de las medidas no farmacológicas más importantes», Sin embargo, ante la presión de algunas comunidades para cambiar la norma sobre su uso, sólo admitió que «será pronto y cada vez más cerca» gracias al control de la epidemia y al avance de la vacunación. La ministra eludió hablar en público sobre si los diferentes territorios podrán decidir de forma independiente, y se limitó a insistir en que el cambio se realizará «de acuerdo al marco legal y con consenso con las comunidades».

A las comunidades les empieza a cansar tanto rodeo. El presidente de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, el primero en pedir al Ejecutivo un plan de retirada progresiva para julio, mostró ayer públicamente su enfado. «Es verdad que esperábamos que la Comisión de Salud Pública avanzase en los protocolos y condiciones para ir buscando fechas en la retirada de las mascarillas en el exterior», señaló Feijóo, a preguntas de los medios, y reclamó a Pedro Sánchez «no llegar tarde también a la decisión de la retirada de mascarillas en espacios abiertos».

Francia le dice adiós

En Europa, Francia ha sido el último país en anunciar el fin de estos elementos. El Gobierno galo estima que la situación sanitaria mejora «más rápido de lo previsto» y comunicó, en consecuencia, la supresión del toque de queda a partir del lunes próximo y el fin del uso de mascarillas, en la calle, a partir de hoy.

Israel, donde la campaña de vacunación está mucho más avanzada, ha dado un paso más allá. Las autoridades del país anunciaron el martes el fin de la obligación de usar mascarilla en espacios cerrados, si bien mantiene en pie su uso en algunas excepciones, entre ellas el personal en hospitales y centros de salud y entre turistas que aún no se hayan vacunado contra la Covid-19. El pasado 16 de abril, este país ya suprimió el uso de la mascarilla en exteriores.

En Bélgica y Alemania tampoco es obligatoria al aire libre.En Austria no será necesaria tampoco en interiores si la situación epidemiológica avanza con su evaluación favorable y Dinamarca ya se ha convertido en el primer país de toda Europa en retirar su obligatoriedad en los entornos cerrados.