Cómo proteger tu casa si no quieres tener perro

Los perros han hecho de centinelas para los humanos desde hace milenios. De hecho, este parece ser el motivo por el que los perros se hicieron los mejores amigos del hombre en un primer momento. Pueden ser entrenados y domesticados a unos niveles que ningún otro animal puede alcanzar, tienen un sistema de alarma integrado que es muy efectivo y si se les provoca, pueden ser muy vehementes.

Ahora bien, hay otras alternativas. Puede que los perros no sean lo tuyo y quieras ser un poco innovador. Es más, los perros tienen algunas fallas que un intruso podría utilizar en su contra. Por ejemplo, un trozo de carne puede hacer que tu perro pierda la cabeza y se distraiga con facilidad.

Y también es posible que a alguien se le ocurra intoxicar al animal con algún tipo de fármaco que lo deje fuera de combate.

Este problema se solventará si utiliza “gansos guardianes” en lugar de “perros guardianes” porque estos animales no se distraen con facilidad. De hecho, para muchos es una mejor opción que el perro.

Los gansos tienen una vista prodigiosa. Mucho mejor que la de los humanos y desde luego, mejor que la de los perros. Pueden distinguir sonidos comunes de los sonidos extraños y amenazantes. Y todo el que haya tenido cerca a un ganso, sabe que estos animales tienen muy mala leche. Y es que, los gansos son unos animales tremendamente territoriales.

Si ves que un ganso levanta las alas y corre hacia ti con ese graznido tan característico, lo mejor es que te vayas. Eso sí, mantén el contacto visual directo, camina de espaldas lentamente y no te acerques a ellos bajo ningún concepto.

Puede parecer alarmista, pero la realidad es que hay muchas evidencias de hasta que punto pueden ser peligrosos estos animales.

Esto es lo que decía la oficina de Control de gansos de Ohio (Estados Unidos): “No debe tomarse a la ligera, hemos recibido informes de narices rotas, costillas rotas e incluso muertes causadas por ataques de gansos canadienses. Un día puede estar alimentando a los gansos y luego ser atacado caminando hacia su automóvil en el aparcamiento al día siguiente.”

Ahora bien, esas mismas características que les hacen implacables con los extraños, puede ser bien orientada si se utiliza para las labores de centinela.

Los romanos eran conscientes de esto. En el siglo IV los galos invadieron la capital del Imperio y sólo la intervención de los gansos guardianes del templo de Juno pudieron salvar la ciudad del saqueo. Y es que los perros guardianes se habían dormido. En cambio, los gansos tienen una capacidad especial que los separa de los cánidos: ¡Pueden dormir -literalmente- con un ojo abierto!

Los supervivientes de aquella incursión gala instituyeron un ritual llamado el supplicia canum. Y consistía en crucificar a los perros del capitolio frente a la atenta mirada de los gansos, que eran mimados y tratados con todos los honores. El ritual se repitió cada año para conmemorar aquel evento.

Y por sorprendente que parezca, el Ejército de Estados Unidos también confió en estas criaturas en un momento y un lugar tan delicado como las instalaciones de Alemania Oriental en el año 1986 (en medio de la Guerra Fría), donde emplearon 900 gansos para patrullar y vigilar sus bases militares.

Actualmente, hay varios ejemplos de la utilización del ganso como animal de guardia, como la prisión de Sobral. En esta cárcel de Brasil, los gansos son los encargados de dar el aviso si hay algún movimiento extraño o incluso una fuga.

Otro ejemplo es el caso de la Comisaría de Xinjiang, al noroeste de China, donde los gansos son los encargados de custodiar el edificio cada noche.

Uno de los oficiales de Policía de la ciudad explicó: ¨los perros son buenos vigilando, pero cuando viene un intruso, suele envenenarlo primero. Los gansos tienen un magnífico sentido del oído, y, si escuchan algo, comienzan a graznar muy alto¨ (...) “Los gansos son muy valientes. Extienden sus alas y atacan a cualquier extraño que asalte la casa de alguien”. El policía agregó que las aves “son como un radar que no necesita energía eléctrica”.