Covid-19

Alfa, Delta, Ómicron... ¿Cómo se eligen los nombres de las variantes de la Covid-19?

La OMS debe estudiar una nueva fórmula porque la actual tiene fecha de caducidad

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Desde que estallara la pandemia en la localidad chiba de Wuhan, son muchas las maneras en las que se ha hecho referencia al coronavirus. Primero fue SARS-CoV-2, luego Covid-19 y después llegaron otras, aunque las más conocidas han sido Delta y, cómo no, Ómicron, que está haciendo estragos esta navidad por la facilidad con la que se contagia y que ha disparado la tasa de infección a cifras nunca vistas (España superó por primera vez los 100.000 contagios en un día y hay ya 600.000 personas de baja laboral por la infección).

Ómicrón se detectó por primera vez en Suráfrica el 9 de noviembre. En Europa, la primera persona que fue identificada con esta variante fue una belga sin vacunar que había estado en Egipto. Y en cuestión de semanas, todo ha vuelto a cambiar. Nuevas restricciones, regreso de la mascarilla... Y todo lo que ya sabemos.

Estamos acostumbrados a mostrar nuestra preocupación, inquietud y miedo por la explosividad de Ómicron, pero pocos saben por qué la nueva variante de la covid se llama así.

Cuando comenzó la pandemia, el virus fue bautizado con una combinación de letras y un número, que identificaban el tipo de variante de coronavirus y el país del que procedía. Esto significaba un estigma para los ciudadanos de estos lugares y podía generar confusión.

Para acabar con esto, el pasado mes de mayo la OMS decidió establecer un sistema de nomenclatura simple para las variantes del virus, procedieran de donde procedieran. Cada una de las variantes llevaría el nombre de letras sucesivas del alfabeto griego.

Declaró que cada nueva variante llevaría el nombre de letras sucesivas del alfabeto griego. “Ningún país debería ser estigmatizado por detectar y reportar variantes”, indicó Maria Van Kerkhove, directora técnica de la covid-19 de la OMS cuando se comenzó a usar este sistema, que pronto podría ser cambiado por otro porque el alfabeto griego está compuesto por 24 letras.

Poco después de tomar la decisión de usar el alfabeto griego llegó la variante británica llamada B.1.1.7, que pasó a ser Alfa. y la variante surafricana de 2020 se denominó Beta.

Así, hasta llegar a Ómicron, la decimoquinta letra del alfabeto griego que los científicos conocen como B.1.1.529 ómicron. Lo curioso es que no ha habido 15 variantes del coronavirus.

Entonces, ¿se han saltado algunas letras? La respuesta es sí. Se omitieron Nu y Xi. La primera porque se identifica y puede confundirse con nuevo y la segunda -la más polémica- porque es un apellido muy común, aclaró la OMS en un comunicado.

Pero esta explicación no contentó a todos, que vieron una manera de evitar un enfrentamiento con el presidente chino Xi Jinping, popularmente conocido como Xi.

Era la primera vez que la OMS hacía esto y provocó numerosas críticas. El senador norteamericano Ted Cruz dijo que “Si la OMS le tiene tanto miedo al Partido Comunista Chino, ¿cómo se puede confiar en que los criticará la próxima vez que intenten encubrir una pandemia mundial catastrófica”. en la misma línea se pronunció el hijo del ex presidente Donal Trump que dijo que “En lo que a mí respecta, el nombre original siempre será la variante Xi”.

Las variantes de “interés” y las preocupantes

De todas las variantes detectadas hasta el momento, la OMS ha destacado 5 por el grado de preocupación que han generado. Está claro que Ómicron es la que está azotando el mundo ahora mismo por la explosividad de contagios, pero también hay otras. Así, Alfa y Beta siguen siendo preocupantes por ser muy contagiosas. Pero también la variante Gamma, descubierta enBrasil, o Lambda, encontrada en Perú. Y la más cercana Delta, originaria de India y que era la mayoritaria en el mundo hasta la llegada de Ómicron.

El resto de variantes fueron calificadas como “de interés” y están siendo estudiadas. Entre ellas figuran Mu, Zeta, Eta, Theta, Iota, Kappa y Épsilon.