Consumo

Alerta sanitaria: retiran más de 1.000 jamones fraudulentos

La Guardia Civil incauta más de 400 paletas que no eran aptas para el consumo

Incautan más de mil paletas y jamones con falsos precios ibéricos
Incautan más de mil paletas y jamones con falsos precios ibéricosGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

El jamón es uno de los alimentos estrella para las celebraciones. Nochebuena, Navidad o fin de año son algunos de los ejemplos más comunes donde esta deliciosa comida se convierte en uno de los protagonistas del evento.

Pero no solamente en estas épocas el jamón se convierte en un alimento codiciado. Durante todo el año se trata de uno de los platos más conocidos en España y de los que medio mundo anhela.

Un buen jamón puede ser un plato de gran nivel en muchos restaurantes y hogares. Criados en libertad, existen cerdos que cuentan con unos cuidados exquisitos para poder producir algunos de los mejores jamones del mundo.

En España la tradición y el nivel jabonero se encuentra a la vanguardia del mundo. Muchos son los países que importan productos de nuestro país para satisfacer las necesidades culinarias más exquisitas.

Aunque la legislación y los controles sean exhaustivos en España para garantizar la máxima calidad en ocasiones ocurren contratiempos que complican su distribución y pueden poner en peligro la salud de los consumidores. La Guardia Civil se ha visto obligada a retirar del mercado más de 1.000 piezas de jamón debido a que no eran aptas para el consumo.

Problemas en toda españa

Gracias a una investigación por parte de la Guardia Civil conjunta a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid y las consejerías de Agricultura de ambas comunidades lanzaron una alerta sanitaria por unos jamones fraudulentos.

Gracias al Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, y la división madrileña del cuerpo se ejecutó la “Operación Costmapa”. En ella se han detuvieron durante el día de ayer tres personas e investigado a cinco más por posibles delitos contra la salud pública en el mercado y personas, falsificación de documentos, estafa y delito contra la propiedad industrial.

La investigación empezó en la Comunidad de Madrid, concretamente en Getafe donde se detectaron jamones y paletas cuya procedencia era de Huelva pero las etiquetas no indicaban esa procedencia.

Gracias a la rápida intervención de todas las autoridades se paralizó la distribución de las mercancías que contaban con etiquetas de “ibérico” cuando no lo eran. Así y con otras falsificaciones como certificados de calidad se hacían pasar por productos de unas características que llegaban a los consumidores.

Tras la operación se han retirado del mercado más de 1.000 piezas entre las que hay 405 paletas y 659 jamones cuyo valor ascendía a más de 180.000 euros. Todos ellos todavía contaban con las etiquetas falsas y certificados fraudulentos.