Síntomas
Por qué los trastornos de la visión pueden ser claves en el diagnóstico de la esclerosis múltiple
La mayor parte de casos de EM se localizan entre los 20 y los 45 años, si bien afecta especialmente a las mujeres. Lo más alarmante es que se ha duplicado en las últimas dos décadas el número de pacientes
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se diagnostican al año unos 1.800 casos nuevos de esclerosis múltiple (EM), una enfermedad que afecta ya a 47.000 españoles, a 700.000 personas en Europa, y a 2,5 millones de personas en todo el mundo. Pero lo más alarmante es que se ha duplicado en las últimas dos décadas el número de pacientes.
“Factores ambientales como el tabaquismo, el déficit de vitamina D, las radiaciones ultravioletas, o el cambio de dieta, entre otros, pueden estar implicados en este aumento. Actualmente, la EM es la segunda causa de discapacidad adquirida en jóvenes tras los accidentes de tráfico y dado que la edad de debut más frecuente es entre los 20 y los 40 años el impacto en su vida personal, laboral y familiar es elevado”, advierte la SEN.
Precisamente, el jefe de Neurología del Hospital Quirónsalud Huelva Antonio Parralo López, experto en EM, llama la atención sobre el retraso medio de 1 a 2 años que en la actualidad se produce sobre el diagnóstico y el tratamiento de esta patología. Por eso, defiende que la utilización temprana y adecuada de los recursos terapéuticos disponibles es un factor esencial para mejorar el pronóstico de estos pacientes.
“‘La enfermedad de las mil caras’ era el término con el que antes se hacía referencia a esta enfermedad, y la razón de ello es que la EM se manifiesta con una variedad de síntomas en forma de brotes de alta intensidad y de corta duración que van dejando secuelas en el paciente”, advierte.
Otra de sus características, según prosigue, es que se trata de una disfunción del sistema inmunitario que se agrede a sí mismo, “reconociendo como extraño lo propio”. Además, resalta que la mayor parte de casos de EM se localizan entre los 20 y los 45 años, si bien afecta especialmente a las mujeres.
Síntomas
En este sentido, el jefe de Neurología del Hospital Quirónsalud Huelva describe algunos de los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple:
- Dificultad para mover un miembro
- Problemas de coordinación
- Visión doble
- Pérdida de la vista
En concreto, destaca que los trastornos de la visión pueden ser clave en su diagnóstico: “Aunque los síntomas son diversos, la forma más habitual de detección es la pérdida de visión en pocas horas de uno de los ojos, lo que se conoce como ‘neuritis óptica’, que no es más que la inflamación del nervio óptico”.
Consecuencia de esta inflamación, el ojo afectado pierde parte o toda la visión, según alerta, pero puede llegar a recuperarse completa o parcialmente a partir de las 24 horas; si bien, poco a poco, y conforme progresa la enfermedad, se van deteriorando otras funciones físicas y mentales de los pacientes, según lamenta Parralo.
“En ocasiones, su detección precoz puede resultar compleja, ya que se manifiesta a través de brotes esporádicos que presentan una gran variedad de síntomas”, prosigue el neurólogo de Quirónsalud Huelva. Indica que estos brotes esporádicos tienen lugar uno o varios síntomas muy severos, que se prolongan durante más de 24 horas: “Precisamente, son estos brotes los que causan la discapacidad, puesto que dañan funciones distintas en cada ocasión”.
De hecho, insiste en que “la mayor complicación que presenta la EM es la discapacidad que, poco a poco, va generando en distintas funciones, que puede llegar a ser visual, afectar a la capacidad motora e incluso a funciones cerebrales como la atención, la memoria o la cognición”.
Por eso, ante cualquier síntoma o sospecha de esta enfermedad ve recomendable acudir a consulta. “El diagnóstico precoz es muy importante para comenzar antes la terapia y, por tanto, disminuir el riesgo de padecer un nuevo brote”, afirma el doctor Parralo.
Es posible llevar una vida normal con EM
Afortunadamente, este neurólogo celebra que hoy en día existen tratamientos médicos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, sí reconoce que estos tratamientos pueden ocasionar un debilitamiento del sistema inmunitario, haciendo a estos pacientes más vulnerables frente a una posible infección por determinados tipos de virus como el coronavirus SARS-CoV-2.
A esto hay que añadir, en su opinión, que la discapacidad derivada de la esclerosis múltiple, como la falta de movilidad, lleva asociados factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes, el colesterol y el sobrepeso, que también les hace vulnerables frente a cualquier tipo de infección y tendrían un peor pronóstico de la enfermedad.
No obstante, el jefe de Neurología de Quirónsalud Huelva destaca que actualmente existen varios tratamientos médicos, como inmunomoduladores e inmunosupresores, entre otros, que permiten seguir llevando una vida normal a los pacientes. “Igualmente, se encuentra en investigación la utilización de anticuerpos monoclonales. Gracias al avance y a la mejora de las terapias, hay un gran número de pacientes que pueden continuar con su vida normal, pese a tener la enfermedad”, subraya el especialista.
En ocasiones, eso sí, señala que la medicación se puede completar con otro tipo de terapias: “En aquellos casos en los que la enfermedad afecte a la capacidad motora, a la motricidad, es fundamental complementar el tratamiento farmacológico con la rehabilitación o terapia ocupacional, en aras de recuperar las funciones perdidas”.
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