Psicología
El calor extremo y el aumento de las urgencias de salud mental están relacionados, según un estudio
Investigadores de la Universidad de Boston afirman que las altas temperaturas están vinculadas con un mayor consumo de sustancias, ansiedad, estrés y trastornos en el estado de ánimo
En los días de verano extremadamente calurosos, los adultos tienen un mayor riesgo de visitar las urgencias de los hospitales por crisis de salud mental relacionadas con el uso de sustancias, la ansiedad, el estrés y más, según una investigación publicada en la revista “JAMA Psychiatry”.
Por este motivo, investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston (Estados Unidos), autores del estudio, señalan que durante los periodos de calor extremo los médicos deberían esperar un aumento de pacientes que requieren ser atendidos por los servicios de salud mental, informa Ep.
El estudio reveló que los días de verano con temperaturas más altas de lo normal en Estados Unidos se asociaron con un aumento de las tasas de visita a los servicios de urgencias por cualquier afección relacionada con la salud mental, en particular el consumo de sustancias, los trastornos de ansiedad y estrés, y los trastornos del estado de ánimo.
El impacto del calor en la salud física está bien documentado, pero pocos estudios han examinado los efectos del calor extremo en la salud mental. Este análisis es el mayor y más completo sobre la temperatura ambiental diaria y las visitas a urgencias relacionadas con la salud mental entre los adultos estadounidenses de todas las edades.
Dado que se espera que los días de calor extremo aumenten por el empeoramiento del cambio climático, estos hallazgos llenan un vacío crítico en la investigación y proporcionan apoyo basado en la evidencia para las intervenciones proactivas y las soluciones políticas que pueden reducir las crisis relacionadas con el calor.
“Las visitas a los servicios de urgencias representan algunas de las interacciones más costosas dentro del sistema sanitario -afirma la autora principal del estudio, la doctora Amruta Nori-Sarma, profesora adjunta de salud ambiental en BUSPH-. Atender las necesidades de los más vulnerables para evitar algunas de estas visitas puede tener un impacto positivo en la salud y los costes individuales, así como preservar los recursos sanitarios para otras emergencias”.
Los nuevos hallazgos deberían incitar a los proveedores de atención sanitaria a prepararse para una mayor necesidad de servicios de salud mental durante las épocas en las que se prevé un calor extremo, afirma Nori-Sarma. “Cuando se pronostican olas de calor, los clínicos y los expertos en salud pública pueden utilizar nuestros hallazgos para prepararse especialmente para llegar a los pacientes con condiciones de salud mental existentes”, añade.
El público en general también puede beneficiarse de esta información, dice el autor principal del estudio, el doctor Gregory Wellenius, profesor de salud ambiental y director del Programa de Clima y Salud de BUSPH. “En los días de calor extremo, es importante que cada uno de nosotros tome las precauciones necesarias para cuidar de sí mismo y de sus seres queridos”, dice, lo que puede incluir la comprobación de los vecinos o miembros de la familia que pueden ser susceptibles a los impactos de salud de la exposición al calor.
Para el estudio, Nori-Sarma y sus colegas obtuvieron datos de reclamaciones médicas sobre visitas a urgencias relacionadas con la salud mental del Almacén de Datos de OptumLabs, que contiene información sanitaria longitudinal no identificada sobre más de 200 millones de inscritos comerciales y de Medicare Advantage en todo Estados Unidos. Analizaron aproximadamente 3,5 millones de visitas a urgencias entre 2,2 millones de adultos de 18 años o más que tenían un seguro médico comercial o Medicare Advantage durante la temporada de calor (de mayo a septiembre) de 2010 a 2019.
Los días de calor extremo -definidos como temperaturas por encima del percentil 95 de las distribuciones de temperatura por condado- fueron los más fuertemente vinculados con las visitas a urgencias por trastornos del comportamiento de inicio en la infancia y trastornos por uso de sustancias, seguidos por trastornos de ansiedad, relacionados con el estrés y somatomorfos, y trastornos del estado de ánimo. El calor extremo también se asoció a las visitas a urgencias por esquizofrenia.
Los investigadores descubrieron que el impacto del calor en la salud mental era similar en todos los grupos de edad, y evidente tanto en hombres como en mujeres y en todas las regiones del país. “Estos resultados demuestran que el calor puede afectar profundamente a la salud mental de las personas, independientemente de su edad, sexo o lugar de residencia”, afirma Wellenius.
En futuros estudios, los investigadores pretenden identificar estrategias de salud pública que ayuden a alertar a la gente de los riesgos que supone el calor extremo y a proteger mejor a los miembros más vulnerables de la comunidad.
Los efectos continuos de la Covid-19 sobre la salud mental también darán forma a este trabajo. Los cierres, el aislamiento social y la incertidumbre general durante los primeros días de la pandemia aumentaron la necesidad -y limitaron la disponibilidad- de los servicios de salud mental, al mismo tiempo que los servicios de urgencias se veían desbordados por los pacientes que sufrían emergencias físicas, afirma Nori-Sarma. “A medida que nos acercamos a la próxima temporada de verano, es importante tener en cuenta que la combinación de factores de estrés -la pandemia y el clima- podría exacerbar las condiciones de salud mental existentes -señala-. El sistema de salud mental debe planificar en consecuencia”.
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