Las cuatro señales que indican cuando un huevo está malo

Existen alimentos en nuestras despensas que llevan presentes siglos. La dieta mediterránea, además, cuenta con una serie de comidas que destacan por encima del resto y que se han convertido en auténticas estrellas de la cocina en todo el mundo gracias a sus propiedades.

La alimentación juega un papel clave en la salud de los humanos. Aunque en los últimos años el aumento del sobrepeso debido a una serie de factores como malas comidas o falta de ejercicio haya tomado especial relevancia muchas personas han empezado a plantearse su forma de comer para evitar problemas de salud.

Así, los expertos señalan que una alimentación saludable, ejercicio físico de forma asidua y un sueño correcto pueden evitar muchas de las patologías modernas. Incluso, cumplir en estos tres campos puede ser un aliado imprescindible a la hora de mejorar nuestra calidad de vida que supone una mejora de la salud instantánea.

Volviendo a los alimentos estrella de la cocina hay uno que ha tenido que sufrir auténticas penurias para poder ser considerado saludable pese a estar presente por siglos en lso hogares. El huevo ha sido desde hace miles de años un alimento muy interesante y aunque no se pudo demostrar con los avances científicos posteriores muchas civilizaciones ya lo consumían gracias a sus propiedades.

Revueltos, fritos, cocidos... existen múltiples formas de cocinar el huevo y servirlo en un plato. Tanta es su importancia en la dieta Mediterránea que, incluso, cuenta con su propio día en el calendario de efemérides. Bajo esta premisa cuesta creer que en los últimos años haya tenido tantos enemigos aunque, ahora, tras años de investigaciones la ciencia ha conseguido aclarar que este es un superalimento.

Pese a ello, este es uno de los alimentos con con los que debemos tener más cuidado a la hora de su consumo. Aunque las autoridades establezcan buenos controles pueden existir algunos problemas que repercutan en nuestra salud y causen problemas graves para el organismo. Para ello, a continuación repasamos las cuatro señales que indican que un huevo está malo y no debe ser consumido:

Señales

• Manchas: si podemos ver manchas en la parte interna o dispersas de un color oscuro debemos desechar automáticamente el huevo debido a que ha estado contaminado.
• Cáscara astillada o rota: por muy pequeña que pueda ser la grieta en la superficie del huevo es recomendable tirarlo y evitar posibles problemas de contaminación externa.
• Fecha de caducidad: como la mayoría de alimentos no se recomienda consumir pasada la fecha, algo que en el caso del huevo, además, es muy especifico.
• Clara roja o verde: si encontramos estos dos colores una vez observamos la clara del huevo se debe a la infección de una bacteria al alimento por lo que no se puede consumir. Esta debe ser siempre transparente para demostrar que el huevo es seguro.