Medicamento

Alto riesgo de desabastecimiento de un diurético hiperventas en España

La inesperada bajada del 50% del precio de la furosemida de Uxafarma ha «roto» un mercado estable y de 12 millones de unidades al año

Laboratorio
LaboratoriofotoLa Razón

La furosemida es un diurético «de alto techo» utilizado para reducir la retención de líquidos que puede producirse en la insuficiencia cardíaca congestiva, la hipertensión arterial, la insuficiencia hepática y los edemas. Se denominan así los fármacos de este tipo que tienen una elevada eficacia terapéutica, ya que provocan la excreción del 20-25% del sodio filtrado por los riñones. Se dispensan más de un millón de unidades al mes de este fármaco (unos 13 millones al año) que comercializan 16 laboratorios farmacéuticos de genéricos y, hasta hace un par de semanas, se trataba de un mercado estable, con precio regulado, que protegía un medicamento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye en su listado de moléculas esenciales.

Sin embargo, a principios de este mes Uxafarma –uno de los laboratorios que lo comercializan, pero que solo representa un 0,5% del mercado– se desmarca y, unilateralmente, baja el precio de su producto (furosemida Uxafarma 40 mg) un 50%. Esto significa, en concreto, que la presentación de 10 comprimidos –que suele recetarse a las personas con un problema de retención de líquidos–, bajó de 0,88 a 0,48 euros y la de 30 comprimidos –la usual para pacientes crónicos–, de 1,44 a 0,68 euros.

Al mes se dispensan más de un millón de unidades de este diurético
Al mes se dispensan más de un millón de unidades de este diuréticofotoLa Razón

Cualquier farmacéutica puede, legalmente, bajar el precio de su producto un mínimo de un 10% –no hay máximo– pero, al hacerlo, obliga al resto de las compañías que lo comercializan a bajar el del suyo, dado que pertenecen a la misma agrupación terapéutica y las farmacias están obligadas a dispensar el de menor precio ante una prescripción por principio activo. Sanidad da un periodo de tres días (que acabó el pasado 10 de mayo) para que el resto de los laboratorios que lo fabrican pudiesen bajar el precio, pero, por ahora, ningún competidor ha anunciado que vaya a hacerlo para igualarlo al de Uxafarma.

Esta «ruptura» del mercado, tan abrupta, puede derivar en un problema de desabastecimiento a largo plazo, máxime si la compañía que lo realiza no ha mostrado, hasta la fecha, su capacidad de asegurar la producción de las unidades necesarias para abastecer a todo el mercado –recordemos que solo representa el 0,5% del mismo–. Según han confirmado a LA RAZÓN fuentes del sector, Uxafarma está vinculada con las subastas de medicamentos que se realizaban en Andalucía hasta hace dos años. Por ello, todo apunta a que cuenta con un stock de furosemida al que quiere dar salida, pero su actuación desestabilizando el mercado puede afectar, a medio y largo plazo, a millones de pacientes crónicos.

A ello se suma que, dado que el fármaco ya se encontraba en un rango de precio muy competitivo, el resto de las compañías que tienen su producto en la misma agrupación pueden optar por dejar de fabricarlo al no poder asumir los costes a ese precio. Y esto es lo que parece que va a suceder, en un par de meses, si Sanidad no interviene finalmente.

Lo cual no se espera dado que, de acuerdo con la legislación vigente, Uxafarma no ha infringido ninguna ley, por el momento.

Las bajadas voluntarias en el precio de los medicamentos están reguladas por el RD 177/2014, donde se estableció la figura de la agrupación homogénea con medicamentos financiados intercambiables para establecer un umbral de precio de dispensación, que fija el Ministerio de Sanidad.

Un umbral cada tres meses

A cada grupo se le establece un precio menor –precio del medicamento más barato de la agrupación–, que es como un «umbral» y que se fija cada tres meses. A partir de ahí, los laboratorios pueden solicitar bajadas por debajo del precio menor, con un mínimo del 10%, pero sin un máximo. Junto a este precio se establece otro que se denomina «precio más bajo», que es el precio que aplica para la prescripción por principio activo o la sustitución de fármacos, y que se fija mes a mes.

«Para hacerlo no se tiene en cuenta que el laboratorio tenga más o menos cuota de mercado, porque no es competencia de Sanidad establecer si un medicamento se está fabricando de forma efectiva y sostenible», explican a este periódico desde el colectivo farmacéutico.

Pero la ley si especifica que un laboratorio que motiva una situación así –que ha sido aceptada sin reservas por Sanidad– tiene que demostrar que, llegado el momento, podrá abastecer a todo el mercado. Por ello, tal y como ha podido saber este periódico, agentes del sector han pedido a Sanidad que intervenga «al menos abriendo un expediente» para investigar si Uxafarma podrá hacer frente en los próximos meses al resultado de su «órdago»: abastecer a más de 12 millones de pacientes al año que toman un medicamento sin el que su calidad de vida se vería seriamente perjudicada.