Leyes

Un abogado laboralista tajante sobre los grupos de whatsapp en el trabajo

Lo que a simple vista parece una herramienta práctica puede convertirse en un foco de problemas legales

Un abogado laboralista tajante sobre los grupos de whatsapp en el trabajo
Un abogado laboralista tajante sobre los grupos de whatsapp en el trabajoUnsplash

Muchos trabajadores asumen que ser añadidos a un grupo de WhatsApp de la empresa es algo normal o inevitable. Sin embargo, detrás de ese gesto cotidiano se esconden cuestiones legales de gran peso relacionadas con la protección de datos, la intimidad y los límites de la jornada laboral.

El número de teléfono es un dato personal y no debería compartirse en un grupo sin autorización. Para hacerlo correctamente, la empresa debería informar primero del uso que pretende darle a ese canal de comunicación y contar con una base legal sólida.

En el ámbito laboral, además, el consentimiento no siempre se considera válido, ya que la relación de poder entre jefe y empleado puede restarle libertad.

El derecho a decidir

Salir de un grupo de WhatsApp al que un trabajador fue añadido sin permiso no constituye una falta ni una desobediencia. Al contrario, es un derecho legítimo.

Incluso existen precedentes en los que las autoridades han sancionado a empresas por mantener estas prácticas. Lo importante está en recordar que nadie puede imponer el uso del número personal para fines laborales.

Medios adecuados de comunicación

La empresa dispone de alternativas mucho más seguras y respetuosas. Proporcionar un teléfono de trabajo, habilitar aplicaciones internas o crear canales corporativos específicos evita que se mezclen la vida privada y la profesional.

Cuando se recurre al móvil personal sin ofrecer opciones, el riesgo legal y la vulneración de derechos se multiplican.

Los mensajes que llegan fuera de la jornada no siempre se perciben como una obligación inmediata, pero con el tiempo generan presión y desgaste.

La normativa actual reconoce el derecho a la desconexión digital, lo que significa que un trabajador no tiene por qué responder a comunicaciones profesionales en su tiempo de descanso, aunque estas lleguen por WhatsApp u otro canal.

Consecuencias para las empresas

Ignorar estas reglas no es un detalle menor. En los últimos años se han impuesto sanciones económicas y se han dictado resoluciones judiciales que obligan a indemnizar a trabajadores afectados.

El uso inadecuado de grupos de WhatsApp puede traducirse en costes importantes y en un deterioro de la relación laboral.

Quien se vea en esta situación cuenta con varias opciones, abandonar el grupo, dejar constancia por escrito de que no autoriza el uso de su número personal, solicitar un medio corporativo de comunicación y, si la práctica continúa, acudir a la Agencia de Protección de Datos o a la Inspección de Trabajo.

Documentar cada incidencia es fundamental para reforzar cualquier reclamación.

Los grupos de WhatsApp laborales, tal y como suelen plantearse, terminan chocando con la normativa y con derechos básicos de los trabajadores.

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