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Andy Povedano, profesora de inglés: “Así puedes aprender un idioma con 20 minutos al día”

La experta asegura que la clave para avanzar en el aprendizaje de un idioma no está en la cantidad de tiempo, sino en la constancia y el enfoque con el que se practica cada día

Andy Povedano, profesora de inglés: “Así puedes aprender un idioma con 20 minutos al día” La Razón

Aprender inglés puede parecer un desafío inabarcable para muchas personas adultas, especialmente aquellas que abandonaron el idioma tras salir del instituto y lo recuerdan como una asignatura frustrante y poco práctica. Pero Andy Povedano, profesora de inglés y creadora del método Conquer Languages, propone una alternativa mucho más realista, humana y efectiva: dedicarle 20 minutos al día, con constancia, buen humor y estrategias adaptadas a la vida real.

Así lo explicó recientemente en el pódcast ‘Tengo un plan’, donde compartió su visión sobre cómo abordar el aprendizaje del inglés de forma sostenible. ¿Puede alguien con nivel básico empezar a hablar inglés en 90 días? “Sí, se puede, asegura, pero no lo recomiendo”. Y es que, aunque técnicamente sea viable, Povedano insiste en que el objetivo no debe ser una carrera contrarreloj, sino “romper patrones, crear nuevos y disfrutar del proceso”.

Estudiar sí, pero no a cualquier precio

Uno de los puntos más destacados de su enfoque es la adaptabilidad. “Si llegas agotado del trabajo, no tiene sentido ponerse una clase de 40 minutos”, explica. En lugar de eso, recomienda algo mucho más accesible: ver una comedia en inglés, con subtítulos en inglés, y practicar una escucha activa pausando cuando sea necesario. Series como Modern Family o Cómo conocí a vuestra madre se convierten así en potentes herramientas educativas disfrazadas de entretenimiento.

“Ver una comedia de 20 minutos puede convertirse en una sesión de estudio de 40 minutos si lo haces bien”, afirma. Lo importante, añade, es mantener un contacto diario con el idioma, aunque sea en formatos ligeros. Según Andy, este contacto regular ayuda a desarrollar el oído, la confianza y la familiaridad con los acentos y el ritmo natural del inglés. Y es ahí donde está el verdadero progreso: en la repetición, la exposición y el disfrute.

Otro de los pilares de su método es la enseñanza contextual. Lejos de presentar la gramática como un bloque aislado, la profesora diseña sus clases para que los contenidos gramaticales se integren dentro de situaciones reales. Por ejemplo, aprender el past participle no significa memorizar una lista de reglas, sino usarlo dentro del contexto de un viaje, por ejemplo, en conversaciones sobre hoteles, aeropuertos o restaurantes.

“Si la información no tiene contexto, se pierde”, sentencia. A través de lo que ella llama mind maps, mapas mentales temáticos, sus alumnos asocian estructuras gramaticales a vocabulario específico y frases útiles, creando así pequeños “micromundos” de aprendizaje que pueden recuperar con mayor facilidad.

Técnicas útiles para el día a día

Además del visionado de series, Povedano promueve otras estrategias sencillas pero eficaces. Escuchar pódcast bilingües con fragmentos en inglés y español puede ser ideal para quienes están empezando. Ella misma recurre al spanglish como recurso pedagógico: “Si hablas sólo en inglés a un alumno básico, se desmotiva. Pero si haces 'switch' entre español e inglés y explicas las frases, la motivación sube”.

Asimismo, pone el foco en la repetición de estructuras clave que puedan adaptarse a múltiples situaciones cotidianas. Un ejemplo clásico: la fórmula “Can I have...?” (¿puedo tener...?), válida para pedir desde un café hasta información en cualquier contexto. Y si se quiere sonar más formal: “Could I please have...?”. Este tipo de patrones, fáciles de recordar y versátiles, ayudan al alumno a ganar soltura desde el primer momento.

¿Y si no tienes ni 20 minutos libres en casa? Andy tiene respuesta para eso también: “Si tienes un trayecto de una hora en tren, aprovecha. No hace falta ver una clase, hay pódcasts, vídeos de YouTube, incluso contenido en 'spanglish' que te mantiene conectado sin agobiar”. La clave está en encontrar huecos en la rutina y convertirlos en oportunidades de exposición al idioma.

El mensaje de Andy Povedano es claro: aprender inglés no tiene por qué ser una carga, sino una experiencia gratificante si se hace con propósito, flexibilidad y ganas de divertirse. “Hay que encontrar el punto de disfrute y motivación dentro de la dificultad de aprender un idioma", afirma. "Porque esa dificultad siempre va a estar, pero también puede ser muy bonita de atravesar”.

Así que la próxima vez que te sientas bloqueado con el inglés, quizá no necesites más horas de estudio, sino una mejor manera de aprovechar tus 20 minutos diarios. Y, si es con risas de fondo gracias a una buena comedia, mejor todavía.