Medio Ambiente

La basura que nos trae Europa: un negocio millonario que satura los vertederos de España

En cuatro operaciones contra el tráfico ilícito de residuos urbanos, el Seprona ha detenido o investigado a más de 100 personas

Contenedores en Sa Torre. REMITIDA / HANDOUT por LLIBERTAT LLUCMAJOR Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 06/06/2025
Bolsas de basura que aún no han sido recogidasLLIBERTAT LLUCMAJOREuropa Press

En cuatro operaciones contra el tráfico ilícito de residuos urbanos, el Seprona de la Guardia Civil ha detenido o investigado a más de 100 personas. Mucha de esa basura llega a España para quedarse, procedente de Italia, Francia y Portugal, en un negocio millonario que está saturando las capacidades de nuestros vertederos.

Pero no importa, porque son tan suculentos los beneficios por este tráfico que las organizaciones criminales habilitarán más instalaciones ilegales para depositar unos residuos procedentes de nuestros vecinos europeos, que en lugar de descontaminarse en esos países, como exige la normativa, son trasladados a España para ahorrarse costes en su tratamiento y eliminación.

Y es que, como explican a Efe responsables del Seprona, mientras que en Francia o Italia, por ejemplo, el tratamiento de una tonelada de residuos puede alcanzar los 300 euros por tonelada, incluidos impuestos, en España esa cantidad se reduce hasta los 50 euros, lo que supone para las empresas de recogida de residuos un ahorro más que cuantioso y, por ende, unos golosos beneficios.

Se trata de empresas que, además, vulneran ese principio de proximidad que establece la Unión Europea y que implica que los residuos deben gestionarse, en general, lo más cerca posible al lugar de producción, toda vez que su traslado puede implicar un impacto medioambiental significativo.

Como ejemplo, los investigadores del Seprona recuerdan a EFE que en una de las operaciones que esta unidad de la Guardia Civil llevó a cabo descubrió que en dos años llegaron a España 120.000 toneladas de basura procedentes de Italia que debían haberse quedado en este país.

España no es solo receptora de esa basura, porque también desde nuestro país la mandamos a terceros países para ahorrar costes en tratamiento y eliminación. Y se hace enmascarándolo como residuos para su valorización o aprovechamiento, es decir, para darles una segunda vida, por ejemplo como fuente de energía.

Los agentes del Seprona lamentan que esta práctica se esté convirtiendo en habitual y explican que para trasladarlos allí simplemente falsifican la documentación. Es decir, declaran la mercancía como residuos aprovechables, cuando en realidad "su único destino viable sería la eliminación en un vertedero".

Es imposible supervisar en las aduanas todos estos transportes, que, además, están perfectamente "enmascarados" con residuos a la vista que sí pueden aprovecharse y que parapetan el resto -la mayoría- que no lo son.

Países como India, Turquía, Vietnam, Malasia, Tailandia, Hong Kong, Pakistán, Angola, Brasil, Marruecos o Emiratos Árabes (este último de tránsito) son los países receptores de esas basuras.

Uno de las situaciones que complica la investigación es que el traslado de residuos para su valorización es legal. Lo que es ilegal es mezclarlos.

Y esos traslados "legales" lo hacen empresas habilitadas que, finalmente, se lucran con la actividad ilícita. De un caso claro de esto fueron testigos los agentes del Seprona, que constataron cómo una de ellas pasó de obtener 2 millones de euros de beneficios a 10 millones.

No es fácil acabar con estas prácticas que perjudican al medio ambiente. Porque entre esos residuos que nos traen a España o llevamos a terceros países se encuentran a veces, plásticos agrícolas contaminados con fitosanitarios que se trasladan sin descontaminar.

Quizá una de las soluciones fuera la armonización en la Unión Europea de los costes de tratamiento y gestión para que sean los mismos en cada país, porque en el momento que alguno lo haga más barato... "Es la base de contrabando", apostillan los investigadores consultados.

Más controles e inspecciones y un mayor reproche penal (el Código Penal castiga estas prácticas con entre 3 meses y un año de prisión) y administrativo, podrían contribuir también a ir erradicando esos delitos.

El Seprona ha explotado en los últimos años varias operaciones significativas contra este delito, entre ellas una en diciembre de 2021, llamada Pindaan, que puso al descubierto un tráfico ilícito de 16.000 toneladas de residuos plásticos en 301 envíos desde España a Malasia, Tailandia y China.

Fueron detenidas o investigadas 27 personas, se llevaron a cabo inspecciones en siete empresas de gestión de residuos y se constató un beneficio para la organización de algo más de 15 millones de euros.

Ya en 2023, en la operación Poubelle, se detuvo o investigó a 19 personas físicas y 6 jurídicas en un golpe a una red acusada de depositar residuos peligrosos de origen urbano en un vertedero de Zaragoza. La organización ingresó 16 millones de euros por su gestión irregular de las basuras procedentes de Francia.

En 2025 la operación Rifiuti se saldó con 21 personas detenidas o investigadas -siete de ellas jurídicas- por la gestión ilícita de residuos que llegaban de Italia para eliminarnos en nuestro país. Se calcula que la red trasladaba ilícitamente 60.000 toneladas al año y que pudo obtener unos beneficios de 19 millones de euros.

Este mismo año se ejecutó la operación Finoplast, por la que se desarticuló una organización dedicada a la importación, almacenamiento, transporte y exportación ilegal a terceros países de residuos plásticos de Francia, Portugal y España.

Se almacenaban en vertederos de El Bierzo y La Bañeza, en León, y en Alberic (Valencia). Los agentes detuvieron o investigaron a 25 personas, supuestos responsables del tráfico ilegal de 41.000 toneladas de residuos plásticos, informa Efe.