«Black Friday», la locura de las rebajas por adelantado

Los comercios españoles se suman a una tradición estadounidense en la que se hacen grandes ofertas para adelantar las compras navideñas.

Primero fue Santa Claus, luego Halloween y ahora el «Black Friday». La cultura anglosajona marca la pauta dentro de la aldea global. Las tradiciones de Reino Unido y, sobre todo, de Estados Unidos son exportadas al resto del mundo globalizado para, en la mayoría de los casos, fomentar el consumo que se deriva de muchas de ellas.

La última que parece asquirir especial fuerza en nuestro país y repercusión en nuestros bolsillos es el llamado «Black Friday» (viernes negro) que se celebra hoy. Esta jornada de consumo nace en el gigante americano en los años 60, en concreto en Filadelfia. Se celebra el viernes después del día de Acción de Gracias. Un día en el que los comercios rebajan muchos de sus artículos, una tradición que ha ido expandiéndose primero por todo Estados Unidos, donde desde 2005 constituye la mayor actividad comercial del año, en la que 100 millones de estadounidenses acuden a realizar sus compras navideñas por anticipado. El furor es tal y la jornada de consumo tan frenética que las tiendas suelen abrir en torno a las 4 de la madrugada para perder el menor tiempo posible. Muchos de los estadounidenses trasnochan o alargan excepcionalmente la sobremesa del pavo de acción de gracias para, armados con su tarjeta de crédito, vaciar las estanterías de los comercios. Además, aunque oficialmente no es un día festivo, como sí lo es el día de Acción de Gracias, muchos empresarios dan el día libre a sus empleados para que puedan disfrutar de la jornada de compras. El pasado año, 141 millones de personas compraron en los Estados Unidos durante el «viernes negro», con unos gastos totales de 57.000 millones de dólares, aunque el récord de ventas se alcanzó en 2012 con 59.000 millones.

En España el «viernes negro» acaba de nacer, aunque se percibe un ascenso del interés tanto por parte de la población como de las empresas por este día. Un interés que es mayor en tiendas electrónicas y grandes almacenes, que ya han lanzado sus promociones especiales con motivo del viernes negro con descuentos de hasta el 40 por ciento en muchos artículos y otras promociones especiales. El pequeño comercio es el que parece que aún no sucumbe a esta nueva moda.

Hay varias teorías sobre la denominación de «viernes negro» y ninguna de ellas es negativa, como en principio podría parecer. La primera hace referencia a las mantas negras que portaban los compradores en los 60 en Filadelfia una vez que se trasladaban los comercios que abrían por la noche. La otra versión sugería que al ser una fecha tan próxima al fin de año, los comercios pasaban tras este día de números rojos a números negros.

Tal es la importancia que ha adquirido el viernes negro entre la población norteamericana que una jornada no es suficiente para tantas compras, y menos para aquellos previsores que pretenden aprovechar este día para adelantar las compras de Navidad. Es por ello que muchos comercios optan por alargar el periodo de rebajas e ir más allá del viernes. Con el paso del tiempo, el «Black Friday» ha conseguido tener su propia «resaca» consumista para poder abarcar las ventas que las empresas preveen hacer durante el día. Es así como nació el «Cyber Monday».

El «ciberlunes» tiene su origen en el año 2005 y fue una estrategia comercial creada por las empresas por dos razones. Por un lado, para dar salida a todo lo puesto a la venta el viernes negro y por otro llevar a cabo este objetivo, fomentando para ello el comercio on-line. La popularidad de este día de comercio electrónico crece de año en año, de modo en Estados Unidos las ventas en línea en el «ciberlunes» fueron de 2,29 millones de dólares.

Para quien decida durante el «viernes negro» de este año rendirse a la tentación y dar rienda suelta a sus impulsos consumistas, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha confeccionado una serie de consejos para que nadie pierda la cabeza entre tanta seductora promoción. En este aspecto, la OCU recuerda tanto a consumidores como establecimientos que junto al precio de los artículos rebajados debe aparecer el precio original y que el consumidor tiene 14 días para devolver los productos adquiridos presentando el tique.